Ser capaz de «plegarse» a la voluntad de Dios requiere esto: flexibilidad y elasticidad en tu espiritualidad. ¿Por qué no cae la palmera durante una tormenta, mientras que el roble es arrancado de raíz?

En realidad, tan solo tres cosas:

• muchas las raíces cortas,
• un «tronco agrupado», y
• un follaje orientado a facilitar su sustitución.

La profundidad y la hondura tienen su lugar. Pero tampoco se puede ignorar a la flexibilidad y la elasticidad en tu espiritualidad.

La espiritualidad puede ser así

En un artículo sobre el posible futuro del espíritu vicenciano, recientemente publicado en We are Vincentians, Jaime Corera describe brevemente la experiencia de Vicente:

La conversión de San Vicente de Paul a la evangelización de los pobres fue, por supuesto, totalmente una experiencia de fe, que vivió personalmente de 1618 a 1625 predicando misiones en las haciendas de los Gondi con la ayuda de compañeros ocasionales. Pronto descubrió, sin embargo, a través de las sugerencias y la influencia de la señora de Gondi, que un trabajo a largo plazo de la evangelización de los pobres no podría llevarse a cabo sin organizaciones estables, construidas sobre buenas bases. Este descubrimiento se materializa en la fundación de la Congregación de la Misión (1625-1626), las Hijas de la Caridad (1633), y las Damas de la Caridad (1634), y otra suerte de organizaciones más débilmente estructuradas, creadas para situaciones particulares (Macon, organizaciones de ayuda durante la guerra en Lorena, Picardía y París).

La transformación del alcance del trabajo de Vicente es muy interesante. Su visión, que en un principio se centraba en ciudades pequeñas cerca de París y más tarde se extendió por todo el reino de Francia, terminó tomando dimensiones internacionales. El asesoramiento y la influencia de la Congregación de la Propagación de la Fe jugaron un papel importante (III, 163-65). San Vicente creía que estaba obligado a responder afirmativamente a sus peticiones, como fue el caso en todas sus obras, porque estaba llamado «a responder a la voluntad de Dios» (ibid). Además, una de las razones para enviar a sus seguidores a las fronteras más lejanas de Europa fue el temor de que Dios iba a quitar la fe de Europa «debido a los fallos de nuestras prácticas corruptas» (III, 187-89). La nueva visión de un alcance universal estaba en perfecta armonía con la intuición original y el centro de su espiritualidad. En efecto, en ese momento, como hoy, las masas de los pobres estaban más bien fuera que dentro de la corrupta Europa.

La conversión de San Vicente afectó a todas las dimensiones psicológicas y emocionales de su personalidad. Pero también afectó profundamente a su teología, su relación con Dios en la teoría y en la práctica. Antes de la conversión de Vicente a los pobres, Bérulle era su principal mentor en desmantelar la centralidad de Dios en su piedad juvenil y sus estudios en Toulouse, con el fin de orientarlo hacia una visión cristiana puramente Cristocéntrica (valga la redundancia, pero es útil en este caso). Esto significa que su visión de la fe pasa de ser una teo-logía (que todas las religiones tienen) a ser una Cristo-logía (que sólo tiene el cristianismo y esto es precisamente la distingue de otras religiones).

Puedes verlo. Su «espiritualidad» tiene:

• raíces diversas: experiencias, diálogos, reflexiones, encuentros, geografías;
• una textura «agrupada»: tradicional, experiencial, casi iterativa en la manera en que se forma; más un «camino» espiritual (al estilo de A. Dodin en (1993 ed) Vicente de Paul y Caridad, Nueva York:. New City Press) que una espiritualidad;
• la capacidad de repararse a sí mismo: acostumbrado al fracaso y aprender de él.

¿Cómo describirías tu camino espiritual? ¿Hay un alto grado de flexibilidad y elasticidad en tu espiritualidad? ¿De dónde ha surgido? ¿Puedes decir #YoSoyVicente?