Si Dios no es el centro de nuestra vida, ¿quién será digno de ocupar ese lugar?
Reflexion y reto:
El creyente es una persona enamorada de Jesucristo. Un amor pleno e inmenso, que incluye el amor a los demás, porque «Si alguno dice: ‘Amo a Dios’, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve» (1 Jn 4, 20).
- En la tradición vicenciana, el amor a Dios se manifiesta fundamentalmente en el amor a los empobrecidos. ¿Cómo está la «salud» de mi amor a Dios y a los pobres?
- ¿Está mi vida centrada en la construcción del Reino de Dios?
- ¿He puesto mis dones al servicio de Dios y de la evangelización y auxilio de los necesitados de mi ayuda?
Javier F. Chento @javierchento JavierChento
Letra:
Tengo en mi mente mil sueños, un río de intenciones que nadan contigo,
tengo los verbos que quiero, que solo se conjugan cuando estás conmigo,
todo el talento que un día como un tesoro guardaste Tú para mí,
todo el amor, mis palabras, mis pensamientos y todo lo que hay en mí.
Y todas mis canciones y mis melodías
y todos los versos y mis harmonías
y todo lo que hago, siento, pienso y digo,
todo mi amor está contigo.
Y todas mis mañanas, las noches y días
y todas mis historias y la poesía
por este gran regalo que es estar aquí:
todo mi amor es para Ti.
Todas las cosas que guardo en mi corazón y nadie pudo ver,
las horas del calendario que están marcadas para Ti como ya ves,
todos los versos que hice y toda la poesía que nunca entregué,
todo el amor que ahora tengo, mi corazón entero a ti confiaré.
0 comentarios