El salmo 23 es una preciosa oración en la que reconocemos cuánto nos quiere el Señor.
Reflexion y reto:
Qué mejor, para reflexionar y orar este salmo, que las mismas palabras de Jesús:
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.
También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.
Juan 10, 11-16
Javier F. Chento @javierchento JavierChento
Letra:
El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor.
En praderas reposa mi alma,
en su agua descansa mi sed.
Él me guía por senderos justos
por amor, por amor de su nombre.
Aunque pase por valles oscuros
ningún mal, ningún mal temeré
porque sé que el Señor va conmigo
su cayado sostiene mi fe.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor.
Tú preparas por mí una mesa
frente a aquellos que buscan mi mal.
Con aceite me ungiste, Señor
y mi copa rebosa de Ti.
Gloria a Dios, Padre omnipotente
y a su Hijo Jesús, el Señor
y al Espíritu que habita en el mundo
por los siglos eternos. Amén.
0 comentarios