Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl tienen una guardería y un Jardín de Infancia que ofrece amor y atención a niños de familias pobres o en situación de abandono. Con su larga historia en el corazón de Jerusalén, las Hermanas están buscando bienhechores que les permitan comprar el mobiliario, equipo, suministros necesarios y ayudas de desarrollo para darles una base sólida y un bienestar futuro para estos niños. Un grupo que visitó Tierra Santa se ha reunido para apadrinar y apoyar este servicio como explica el Embajador del Programa:
Después de enamorarnos de Tierra Santa y de las Hijas de Caridad que tan valientemente sirven en la región sentimos la llamada de Dios para apoyar el trabajo de las Hermanas en Jerusalén. Nuestros amigos, que conocieron el trabajo asombroso de las Hermanas, se han reunido con entusiasmo a nuestro equipo para conseguir dinero para este proyecto. El grupo se ha reunido con un grupo de mujeres asombrosas que usan sus increíbles talentos para apoyar este proyecto y para extender el amor de Dios. Actualmente estamos trabajando para obtener fondos a nivel de escuelas, parroquias y la comunidad. Por ejemplo, trabajamos con varias compañías filantrópicas para organizar ventas de productos con parte de los beneficios para este proyecto. También hemos tenido una gran noche de comedia; evento de subasta – Risa para el Amor – planificado para septiembre. ¡La respuesta que hemos tenido de los miembros de la comunidad y de los amigos ha sido increíble!
Uno de los recaudadores de fondos que administramos para este proyecto fue con el Colegio Católico Nuestra Señora de Fátima en Colorado. Después de oír hablar del proyecto, la directora, Lisa Taylor, nos permitió celebrar los eventos en la escuela durante la Semana de la Escuela católica a beneficio de este proyecto. Después de conocer este proyecto y los niños que se benefician del programa en Jerusalén, los alumnos organizaron una guerra de peniques. Cada clase tenía un frasco y los niños traían monedas de casa. ¡Incluso los alumnos más jóvenes esperaban ansiosamente en fila cada día para añadir sus peniques al frasco! Al final de la semana cada clase pesó sus frascos para determinar qué clase había conseguido más peso en sus donativos. Los estudiantes en la comida organizada por los padres vendieron también un batido de raíz de cerveza cuyos beneficios se dedicaron al proyecto. Fue tan maravilloso ver a los estudiantes tan ávidos de ayudar a los niños de todo el mundo. Los niños de Nuestra Señora de Fátima recogieron $1.264,68—¡no pie pequeño para una pequeña escuela de sólo 300 estudiantes! Este proyecto en la escuela promovió también un generoso donativo de $1.000 de una familia de Fátima para el proyecto de Jerusalén. ¡Nosotros no podemos estar más orgullosos de pertenecer a esta increíble escuela y de formar parte de este increíble proyecto!
Dios os bendiga,
Kendra
Si usted desea hacer un donativo a este, o a otro proyecto IPS, por favor visite nuestra página AYUDA & DA.
Fuente: http://www.daughtersips.org/
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