Jer 20, 10-13 | Sal 19 | Jn 10, 31-42.
Lo que nadie querría hacer
A veces lo que menos nos gusta forma parte de nuestra misión en la vida, y estamos tentados a renunciar o a pasar como quien no lo ve.
Pidamos la fuerza del Espíritu Santo para lograr cumplir esas tareas difíciles y dolorosas.
El profeta Jeremías comparte uno de los momentos más complicados de su misión: ha tenido que pronunciar palabras de advertencia, palabras molestas, palabras de exilio y destrucción de la ciudad que tanto ama, consecuencia de sus pecados. Decir lo que nadie quiere oír le ha valido el rechazo y el asedio; y, ver a sus amigos convertirse en enemigos, le hará comenzar a preguntarse si Dios aún continúa con él.
El evangelio nos pone, también, ante un Jesús que denunciando la hipocresía y la doble intención de algunos de los dirigentes de los judíos, está a punto de ser apedreado. ¿Por cuál de las muchas obras buenas que he hecho me quieren apedrear?, pregunta Jesús, insistiendo en que le crean no sólo por las palabras, sino por las obras que realiza, pues ellas son las que dan testimonio de que verdaderamente es y actúa como Hijo de Dios.
¿A quién recurres cuando necesitas clarificar decisiones dolorosas en el cumplimiento de tu misión de vida?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick F. Martínez Benavides, C.M.
0 comentarios