Del amor a la confianza
Os 14, 2-10 | Sal 80 | Mc 12, 28-34.
Siempre que tengamos la oportunidad, hagamos un alto en nuestra vida para revisar si el momento actual que pasamos favorece nuestra amistad con Dios y con nuestro prójimo o si por el contrario nos aleja y hace desconfiar de Él.
El profeta Oseas nos recuerda la invitación constante de parte de Dios a la conversión, al arrepentimiento de nuestras maldades y la consecuente oferta de restaurar nuestra alegría y esperanza. Dios confía en nuestra capacidad para reflexionar las cosas que vamos viviendo y parece esperar de nosotros una actitud de prudencia y sabiduría para salir renovados y fortalecidos de cada experiencia, especialmente de las que implican algún sufrimiento o toma de decisiones.
Por su parte, el evangelio nos permite considerar cómo, por encima de cualquier mandamiento, sacrificio u ofrenda, está el amor a Dios y al prójimo. No cumplimos para quedar bien con nadie, sino porque hemos sido amados y perdonados, y en consecuencia, a ejemplo de Jesús, ahora deseamos amar más y mejor.
¿De qué manera buscas conjugar el amor a Dios y el amor al prójimo en tu vida?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick F. Martínez Benavides, C.M.
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