Jer 18, 18-20; Sal 30, 5-6. 14-16; Mt 20, 17-28.
“Uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”
El evangelio según Marcos (10, 15 ss) dice que fueron Santiago y Juan quienes le pidieron los primeros puestos en el Reino, Mateo nos asegura hoy que fue su querida mamá. El problema, en todo caso, si Jesús hubiera accedido, habría sido el pleito entre los dos por el lugar más honorífico. De hecho, “los otros diez se indignaron contra los dos hermanos”. ¡Qué bien nos representan unos y otros! Los primeros puestos, la fama, la hinchada imagen ante los demás, esos son los frecuentes pleitos de nuestro ávido ego.
Y Jesús, lleno de amorosa paciencia, los reúne y les dice: “Los jefes de los pueblos los oprimen…No sea así entre ustedes”. Quieres ser el más importante? Está bien, pero no te equivoques de medios. “El que quiera ser grande entre ustedes, que sea vuestro servidor, el que quiera ser el primero, que sea vuestro esclavo, pues el Hijo del hombre no vino para que lo sirvan, sino para servir y dar su vida por muchos”.
Gracias, Señor, pero, ¿cuándo aprenderé? ¿Podré ser, al menos hoy, amoroso servicio para los demás? Dame tu gracia, pues ya sabes qué frágil soy, y cómo me olvido de ponerme en el único lugar importante que es el tuyo, el de servir.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.
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