Is 55, 10-11; Sal 33, 4-7. 16-19, Lc 11, 29-32.
“La gente se apiñaba alrededor de Jesús”
Se reunió mucha gente alrededor de Jesús. Pero, ¿tú dónde estabas? No apareces en la fotografía. –No había entonces fotógrafos, me respondes. Es cierto, pero, ¿dónde estabas? ¿Dónde estás? Acaso habías ido a escuchar a Salomón como la Reina del Sur, o acaso hiciste una larga excusión hasta Nínive para oír al malhumorado Jonás, o acaso te ocupa la telenovela de turno o te pierdes dándole a los dedos para enviar mensajillos a la telaraña de la Red.
¿Dónde estás? ¿Quién o qué te entretiene?
Jesús dice en este evangelio “aquí hay uno que es más que Salomón”, “aquí hay uno que es más que Jonás”, como podía decirnos hoy: Aquí hay uno que es más importante y actual que la Red, más nuevo que el próximo gurú y que el periódico que ahora mismo sale de máquinas.
Tengo que ver el periódico del día u oír el noticiero de nuestras catástrofes, pero, ¿cómo puedo perderme al que más me ama, al que es la Verdad y la Vida? Cuando digo, “no tengo tiempo”, “tengo muchas cosas que hacer”, sé que me estoy engañando con medias verdades.
¿También yo soy del número de los católicos que no escucha a Jesús ni lee sus evangelios?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.
0 comentarios