Dt 26, 4-10; Sal 90, 1-2. 10-15; Rom 10, 8-13; Lc 4, 1-13.
“Si te arrodillas delante de mi, todo será tuyo”
Así se lo dijo el diablo a Jesús en las tentaciones. Ya se sabe: el diablo promete mucho, pero luego nunca paga. O sólo con pagos envenenados. Por una tonta concesión, te chupa la vida, el sentido, la alegría o sólo te da brillantes triunfos que resultan derrotas.
“Cuántos lideres se vuelven pavos reales, porque el diablo también entra por los bolsillos y la vanidad”. (P. Francisco, 4 julio, 2015). Pero acaso ahí estamos tú y yo, (¡tan listos!) dejándonos engañar y aplaudiendo el engaño.
En ambiente de tentaciones o de persecución, se crecen –con Cristo– los cristianos verdaderos. Ante la corriente pansexualista actual, el Papa Francisco decía a los Jóvenes de Turín: “el amor es casto, considera sagrada la vida de la otra persona, no quiere usarla. Perdonadme si os digo algo que no esperabais, pero os lo pido: Haced el esfuerzo de vivir un amor casto”. Luego les recordaba las condiciones de fines del siglo XIX en aquellas zonas: “la masonería imperaba, la Iglesia no podía hacer nada, había comecuras, había satanistas… Fue uno de los peores momentos… Pero en esa época aquí nacieron muchos santos. ¿Por qué? Porque se dieron cuenta de que tenían que ir en contra de esa cultura, de esa forma de vida… vivid la realidad… busco la realidad contracorriente, una realidad que sea servicio a los demás”. (P. Fancisco 21, junio, 2015).
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente, ¿no?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.
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