1 Re 8, 22-23. 27-30; Sal 83, 3-5. 10-11; Mc 7, 1-13.

“Violan el mandamiento de Dios para mantener su tradición”

Debido a la luz de los focos, no supimos si se trataba de un jerarca con capelo, de un clérigo o de un ilustrado laico. El público aplaudía, él se relamía de contento y el tribunal se sentía sumamente complacido. Acababan de darle el “Máster en Tolerancia”.

A la salida, un cojo de mediana edad nos lo hizo notar: “Para que a Jesús le dieran este Máster tendría que haberse mordido los labios, ni “hipócritas” ni “separará a los machos cabríos de las ovejas” ni “apartaos de mi, malditos”, “ni entráis ni dejáis entrar”, ni “so pretexto de largas oraciones, devoran los bienes de las viudas”, ni tantas otras expresiones intolerantes…”. Así nos lo dijo el cojo de mediana edad. Y nos quedamos confundidos. ¿Qué es la tolerancia?

Ante el negrero, el racista, el que desprecia a un homosexual, el machista, el proabortista, el explotador del pobre, ante el sistema injusto…, ¿qué significa ser tolerante? ¿Jesús debería haber sido más tolerante con los escribas y fariseos o los jefes de su pueblo?

¿Debería haber permitido que siguieran engañando al pueblo con su ideología político-religiosa?

Si eres tolerante con los lobos, ¿no eres cómplice de sus voracidades con las ovejas? ¿Qué es la tolerancia?

¿Se confunde con el respeto o con la misericordia?

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.