“Y le pedían tocar la orla de su manto”
1 Re 8, 1-13; Sal 131, 6-10; Mc 6, 53-56.
Jesús sigue siendo –hoy como ayer– el mejor médico, y la Iglesia es su “hospital de campaña”. ¿Cómo no agradecerle por tantas personas de fe que, de una u otra forma, han sido para ti como las orlas de su manto? ¿Por aquellas que ponen a los enfermos (del alma o del cuerpo) en contacto con Jesucristo?
Él nos acompaña de maneras misteriosas y, para nosotros, con frecuencia oscuras. Hoy celebramos la fiesta de la santa Bakhita, la esclava negrita, sudanesa de Darfur occidental. Cuando ella tenía 9 años, unos negreros la raptaron y esclavizaron.
Fue revendida a cinco amos distintos y maltratada de todas las formas imaginables. Bajo la propiedad de un general turco y su mujer, ésta mandó hacerle incisiones y tatuajes y, sobre las llegas vivas, le ponían sal. La rescató –comprándola–, un italiano y, con él, comenzó el cambio de su vida para Bakhita. Fue llevada a Italia y comenzó a conocer a Jesucristo y al Dios que él nos mostró, “que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma”… Entró después con las Hermanas de la Caridad de Canossa, y se dedicó a cuidar a los más pobres, ya como religiosa. Y todos la querían y la veneraban. Murió el año de 1947.
Un día confesó: “Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa”. Ella sabía qué gracia es eso de encontrarse con Jesucristo. Quizás nosotros ya no lo sabemos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.
Feliz de leer nuevamente algo escrito por el gran Padre Honorio Lopez. Tengo la dicha y bendicion de conocerle. Tiene una capacidad de capatar tu atencion y con una sutilesa que no puedes dejar de leer. Ah pero aun mas deliete es escucharlo en persona en uno de sus talleres o cursos. Felicidades por su excelente coleccion de libros. Saludes y un abrazo.