Evangelio: (San Lucas 4:21-30)
Jesús habló en la sinagoga….y todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: “¡Pensar que es el hijo de José!” Jesús les dijo: “Seguramente ustedes me van a recordar el dicho: ‘Medico, cúrate a ti mismo. Realiza también aquí, en tu patria, lo que nos cuentan que hiciste en Cafarnaún.’” Y Jesús añadió: “Ningún profeta es bien recibido en su patria.” Todos en la sinagoga se indignaron al escuchar estas palabras; se levantaron y lo empujaron fuera del pueblo, llevándolo hacia un barranco del cerro sobre el que esta construido el pueblo, con intención de arrojarlo desde allí. Pero Jesús paso por medio de ellos y siguió su camino.
Reflexión:
Así como las multitudes dudaban de quien Jesús era, por sus orígenes sencillos, también otros dudarán de quienes somos nosotros si vivimos el Evangelio con valentía. No importa de que orígenes sencillos somos nosotros, viviendo el Evangelio formará nuestras selecciones diarias. Esto indica, por ejemplo, que si la charla alrededor de la cafetera en el trabajo se vuelve en algo no caritativo, desagradable o grosero, tenemos que tener el valor de retirarnos. Si prejuicios existen entre nuestras amistades y conocidos, tenemos el valor de defender la dignidad de los que están en la minoría. Somos llamados a colocar los valores del Evangelio ante cualquier otros valores y estar dispuestos a exponer nuestras vidas por ellos. (Liturgia Viviente)
Meditación Vicentina:
San Vicente era también de “orígenes sencillos” pero tenía una fuerte creencia en el poder del Evangelio. Nos dijo que, “Cada uno tiene que esforzarse, sobre todo, para basarse en la verdad: la enseñanza de Cristo nunca puede engañar, mientras que la del mundo siempre es falsa, ya que Cristo mismo declara que esta última es como una casa construida en arena, y compara esto a su casa fundada en roca sólida.” Por esta razón debemos siempre afirmar a actuar de acuerdo con los preceptos de Cristo, nunca de acuerdo con los del mundo. (Maloney, ¡Ve! En la Espiritualidad Misionaria de San Vicente de Paúl)
Discusión: (Compartan ideas sobre estas lecturas después de un momento de silencio)
¿Cómo forman tus decisiones diarias el vivir el Evangelio?
Oración de Clausura:
Oremos por la gracia de proclamar el Evangelio en nuestras vidas,
-Que vivamos los valores que Jesús enseñó.
Oremos que nuestras palabras y acciones sean testigos en Cristo,
-Que vivamos los valores que Jesús enseñó.
Oremos que podamos traer esperanza y alivio al enfermo y al que sufre,
-Que vivamos los valores que Jesús enseñó. ¡Amén!
Autora: Sor Kieran Kneaves, H.C.
Fuente: Sociedad de San Vicente de Paúl, Consejo Nacional Estadounidense.
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