Mis queridos hermanos de la Congregación de la Misión:
Con mucha alegría tengo la oportunidad de felicitarles, en este día en el que celebramos el aniversario de nuestra fundación, en la fiesta de la conversión de san Pablo, un día que marcó la vida de san Vicente de Paúl y, por consiguiente, la vida de cada uno de nosotros. Es un día especialmente importante este año porque, en 2016, en este día de la fundación de la Congregación de la Misión está renaciendo la congregación, de una manera especial en dos lugares del mundo:
- nuestros hermanos de Italia están uniéndose, tres provincias en una, en este día, celebrando juntos una nueva experiencia de ser misioneros hoy en día.
- También, la unificación de las dos provincias de Francia en una sola.
Con mucha alegría vemos estas experiencias, procesos que han tomado su tiempo; ha habido momentos de reflexión y un poco de dolor, pero con la esperanza de que podemos crear algo nuevo para seguir siendo evangelizadores de nuestros hermanos y hermanas, nuestros amos y señores, los pobres.
Quiero felicitar a toda la Congregación en este día, para que podamos seguir adelante, con mucha alegría, en este año en el que celebramos la Misericordia, para que el Señor nos ayude a ser lo que mejor podemos ser, ofreciendo la buena noticia a los más necesitados. Demos gracias al Señor por darnos esta oportunidad y pidámosle, al mismo tiempo, que nos ayude a ser una buena noticia que inspire a otros a unirse a nosotros, trabajando juntos, con el resto de la Familia Vicenciana, para ser buena noticia para los pobres.
Que así sea.
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