Evangelio y Vida para el 16 de noviembre de 2015

por | Nov 16, 2015 | Evangelio y Vida, Reflexiones | 0 comentarios

evangelio_y_vida

1 Mc 1, 10-15. 41-43. 54-64; Sal 118; Lc 18, 35-43.

Me reconozco, Señor, en este pordiosero del camino de Jericó. El evangelio me dice tres cosas de él: que era ciego, que era mendigo y que estaba sentado, y no en el seguimiento. Ciego para ver las señales que me envías y lo que realmente me conviene; mendigo de cualquier cosa, de cualquier imagen o apego para sobrevivir, cuando tú me ofrece el mejor pan y el mejor proyecto de vida; y flojo y bien sentado al margen del camino, sobre el remendado manto de mis rutinas y excusas, en el desamor de cada día.

Quiero, Señor, parecerme a lo que luego hizo este pobre: pedir misericordia. “¡Ten compasión de mí!” Pero muchos me mandan callarme, me dicen que no los perturbe, quieren recortarte a su gusto. No quiero, Señor, someterme a sus dictados y que me separen de tu misericordia. Por eso grito con más fuerza: ¡Ten compasión de mí! Y cuando tú me llamas a tu lado y me preguntas: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Mi corazón se llena de alegría y de confianza, y te digo: “¡Haz, Señor, que yo vea!”. Y tú, que esperabas mi petición para curarme, me darás la vista nueva. Y, entonces, al ver de verdad, veré que nada hay más hermoso, apasionante y revolucionario que seguirte a ti.

¡No permitas que ya nunca abandone el Camino que tú eres! ¡Gracias!

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.

Etiquetas:

0 comentarios

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

homeless alliance
VinFlix
VFO logo

Archivo mensual

Categorías

Sígueme en Twitter

colaboración

Pin It on Pinterest

Share This
FAMVIN

GRATIS
VER