El primer miembro de la familia Ozanam que alcanzó notoriedad fue el matemático Jacques (II) Ozanam, nacido el 16 de junio de 1640 en Sainte-Olive, una pequeña población del departamento de Ain, en la región francesa de Ródano-Alpes.
Aunque Jean-Antoine-François (padre de Federico) apunta, en el libro de familia, que Jacques (II) Ozanam fue «hermano menor de mi bisabuelo Antoine Ozanam; nació en Bouligneux en 1640, y era hijo de Pierre Ozanam, muerto en 1676»[1], estas indicaciones son erróneas. Por documentos públicos del departamento de Ain se sabe que:
- El bisabuelo de Jean-Antoine-François no fue Antoine, sino Noël (II) (1657-1715).
- El padre de Jacques (II) Ozanam se llamaba también Jacques (I), no Pierre como indica el libro de familia.
- Jacques (II) Ozanam no nació en Bouligneux, sino en Sainte-Olive[2].
Las investigaciones no han podido establecer con exactitud el parentesco entre el matemático Jacques (II) y Jean-Antoine-François. Probablemente Jacques (II) Ozanam fue primo-hermano de Pierre (I) Ozanam, a su vez tatarabuelo de Jean-Antoine-François.
Según el relato del libro de familia, para satisfacer los deseos de su padre, Jacques (II) estudió teología; pero su auténtica vocación fueron las matemáticas, que comenzó a estudiar, por su cuenta, siendo muy joven.
Tras la muerte paterna (hacia 1660), Jacques (II) abandonó los estudios de teología y se trasladó a Lyon, donde comienza a dar clases de matemáticas, su único recurso y forma de subsistencia.
En 1670 publicó su primera obra: Les tables des sinus, tangentes et sécantes et des logarithmes des sinus et tangentes avec un traité de trigonométrie, en la que incluía tablas trigonométricas y logarítmicas más precisas que las existentes hasta entonces.
Jacques (II) se estableció en París en 1671 ó 1672. El 4 de febrero de 1674 se casa con Françoise Prévost[3]. El matrimonio tuvo doce hijos, de los cuales ocho murieron a temprana edad.
Fue nombrado miembro de la Académie des Sciences[4] en 1701. La excepcional altura de Jacques (II) como matemático y científico le valió conseguir la cátedra de matemáticas de la École Militaire, creada por Luis XIV.
La muerte de su mujer en 1701 le sumió en una terrible depresión. Esta desgracia, unida a la pérdida de sus alumnos a raíz de la Guerra de Sucesión española, le hundieron en la pobreza hasta su muerte en París, el 3 de abril de 1718. El escritor y filósofo francés Fontenelle le dedicó un panegírico[5].
De 1670 a 1711 publicó una veintena de obras; después de su muerte, en el año 1718, se publicaron otra media docena de libros, a partir de sus manuscritos, casi todos ellos de contenido matemático. Su obra tal vez más conocida, Récréations mathématiques et physiques, fue publicada por primera vez en 1694, reeditada varias veces e incluso traducida a diversos idiomas.
Un pintoresco dicho del matemático fue muchas veces citado por sus contemporáneos: «Disputar es asunto de los doctores de la Sorbona, dogmatizar asunto del Papa, y el de los matemáticos es ir al cielo por la línea perpendicular»[6].
Autor: Francisco Javier Fernández Chento
Editor de la correspondencia completa, en español, del beato Federico Ozanam
Notas:
[1] Cf. Brémard, Frédéric. Histoire de la famille Ozanam (Historia de la familia Ozanam). París: 1972, p. 13.
[2] Aunque en diversas fuentes se indica que Bouligneux fue el lugar de nacimiento de Jacques II (entre ellas, como hemos visto, el propio libro de familia escrito por Jean-Antoine-François), este dato es incorrecto. Cf. Brémard, o.c., p. 13.
[3] El contrato de matrimonio se conserva en los Archives Nationales, Minutier Central des notaires, Etude VIII, n° 743.
[4] Institución francesa creada en 1666 bajo el reinado de Luis XIV y que continúa existiendo en la actualidad como una de las cinco academias que conforman el Institut de France. La Académie des Sciences es una institución que «anima y protege el espíritu de la investigación, y contribuye al progreso de las ciencias y de sus aplicaciones» (art. 2 de su reglamento).
[5] Bernard le Bovier de Fontenelle, Éloge de Jacques Ozanam, en Histoire de l’Académie royale des sciences.
[6] «Il appartient aux Docteurs de la Sorbonne de disputer, au pape de prononcer, et au mathematicien d’aller en paradis en ligne perpendiculaire». Cf. Bernard le Bovier de Fontenelle, o.c., p. 92.
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