Jon 3, 1-10; Sal 129; Lc 10, 38-42.
“María escogió la mejor parte, y no le será quitada”
María, la hermana de Marta, “sentada a los pies de Jesús, escuchaba su palabra”… Estar con Jesús, trabajar con él por el Reino, vivir en él… Sólo dedicando tiempo a escuchar y orando la Palabra del Señor, podremos responderle trabajando por el Reino; es necesario nutrir el Espíritu, tener una experiencia en la que le podamos decir a Él nuestras preocupaciones y alegrías, depositar en Él aquello en lo que pusimos nuestros mejores esfuerzos, y los resultados quedarán en sus manos; en fe y paz confiarnos: “Que se haga tu voluntad”.
Necesitamos del encuentro con Jesucristo “como María” para después responderle como Marta en la vida y en los quehaceres diarios, sin perdernos en otras motivaciones.
En el pasaje de Jonás, la ciudad de Nínive escuchó el mensaje del profeta, y “creyeron a Dios los ninivitas…” y actuaron: ayunaron, invocaron a Dios, pidieron perdón y se convirtieron. Y Dios los perdonó. “El momento estelar de un hombre es, sin duda, cuando se arrodilla en el polvo… y confiesa todos los pecados de su vida…” (Oscar Wilde). Y Dios, con su perdón, lo pone nuevo en la vida.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: María Elena Quiñonez, H.C.
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