Este artículo es el tercero de una serie mensual que la Familia Vicenciana de Lambayeque (Perú) está realizando, a raíz del Año de la Colaboración Vicenciana.
1.- ¿QUÉ ES LA SSVP?
Fundada el 23 abril de 1833, por un grupo de jóvenes laicos, la Sociedad de San Vicente de Paúl es una organización católica laica de voluntarios, hombres y mujeres, dedicados a ofrecer una ayuda personal para todos los necesitados. Se financia fundamentalmente por medio de donativos.
Desde su creación, la Sociedad se situó bajo el patrocinio de San Vicente de Paúl. Los miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl perpetúan el espíritu vicentino. Su vocación se basa en dos principios fundamentales: la permanencia de la oración (profundización de la Fe) y el encuentro con Cristo a través de los pobres. Estos principios les llevan a servir a los desfavorecidos con un profundo respeto, independientemente de sus orígenes o de sus creencias, en el marco de una relación permanente.
Históricamente, el corazón de la acción de la SSVP es la visita a domicilio: en los principios de la Sociedad, el Beato Federico Ozanam (principal co-fundador) y sus compañeros iban hacia los pobres, visitándoles en sus casas, en los barrios pobres de París. Todavía hoy, los voluntarios van al encuentro de las personas necesitadas, allí donde vivan: en su domicilio, en la calle, en las residencias, en el hospital, en la cárcel.
La acción de la Sociedad se sitúa siempre en la caridad de cercanía. Los voluntarios actúan cerca de donde viven y responden a una necesidad local. Los campos de acción de la Sociedad por todo el mundo son, por tanto, extremadamente variados: salud, agricultura, educación, vivienda, inserción profesional, ayuda a las personas mayores, minusválidas, aisladas o excluidas… Gracias a los fondos que se nutren de los donativos, ella actúa también en el ámbito de la ayuda de urgencia y de la rehabilitación para las víctimas de catástrofes naturales o humanitarias, y financia proyectos de desarrollo.
2.- ¿CÓMO SE ORIGINÓ?
A principios del siglo XIX, París era presa de la agitación social y política. La revolución de Julio atestó un golpe fatal a la vieja monarquía borbonesa. La religión estaba en declive y el ateísmo ganaba terreno. Un gran número de campesinos dejaba el campo para buscar trabajo en las grandes ciudades. Una vez que llegaban allí, la mayoría sólo encontraba desempleo, sueldos muy bajos, o fábricas cerradas por los disturbios políticos.
En 1832, una epidemia de cólera se propagó en París causando más de 1.200 muertos al día. En los barrios que se formaban en la periferia de la capital, miles de personas vivían sin recursos, algunos en la más completa indigencia. Federico Ozanam, entonces un joven estudiante, tenía que atravesar cada día los barrios periféricos más pobres para llegar a sus cursos en la universidad y quedó profundamente afectado por la gran desesperación de esas familias diezmadas por la epidemia. Ozanam y algunos amigos – que juntos participaban en Conferencias de Historia donde se hablaba de Historia – .Un día un estudiante les hace una pregunta que daría inicio a la Sociedad de San Vicente de Paúl: Ustedes dicen llamarse cristianos, ¿qué hacen para demostrarlo? Ante este reto ellos deciden reunirse no para hablar si no para actuar y crean una Conferencia de Caridad con la ayuda de su profesor. Emmanuel Bailly quien aprueba su proyecto, les proporciona como local el despacho de redacción de la Tribune Catholique y acepta dirigir la nueva agrupación.
La primera reunión tuvo lugar el 23 de abril de 1833, cerca de la iglesia Saint Sulpice, con la presencia de: Emmanuel Bailly, Paul Lamache, Félix Clavé, Auguste le Taillandier, Jules Devaux, François Lallier y Federico Ozanam. Se establece ya el principio de una reunión semanal con la visita a los pobres a domicilio como actividad fundamental. El grupo se pone bajo el patrocinio de San Vicente de Paúl y bajo la protección de la Virgen María. El equipo se pone en contacto con una Hija de la Caridad, Sor Rosalie Rendu, que organizaba la distribución de las ayudas de la oficina de beneficencia del barrio de la calle Mouffetard (en el distrito XII de aquel tiempo).
La Sociedad de San Vicente de Paúl había nacido.
3.- ¿CUÁLES SON SUS CARACTERÍSTICAS?
La Sociedad de San Vicente de Paúl es ante todo una escuela de Fe. «Las sociedades filantrópicas no tienen en absoluto estos elementos de fuerza y de duración porque ellas sólo se basan en intereses puramente humanos. Se ve distribuir dinero, pero no se siente latir el corazón. Esta caridad, que mezcla sus lágrimas con las lágrimas de los desdichados a los que no puede consolar de otra manera, que acaricia y recoge al niño desnudo y abandonado, que aporta consejos de amistad a la juventud tímida, que se sienta con benevolencia a la cabecera del enfermo, que escucha, sin dar señales de aburrimiento, los largos y lamentables relatos del infortunio, esta caridad (…) sólo puede estar inspirada por Dios. » (Beato Federico Ozanam).
La vocación vicentina. La vocación de los miembros de la Sociedad, llamados consocios Vicentinos, es seguir a Cristo, a través del servicio a los que lo necesitan, y de esta forma ser testigos de su amor compasivo y liberador. Los consocios realizan su entrega mediante un encuentro de persona a persona. El Vicentino sirve en esperanza.
Cualquier clase de ayuda personal. Ningún trabajo caritativo es ajeno a la Sociedad. Incluye cualquier forma de ayuda destinada a aliviar el sufrimiento o la privación y a fomentar la dignidad y la integridad humana, en todas sus dimensiones.
Sirve a cualquier persona necesitada. La Sociedad sirve a personas necesitadas sin tener en cuenta su credo, origen social o étnico, su estado de salud, sexo, particularidades culturales u opiniones políticas.
Adoptar iniciativas para encontrarse con la pobreza. Los Vicentinos se esfuerzan en buscar y encontrar a las personas necesitadas y a las que son víctimas del olvido, de la exclusión o de la adversidad.
Adaptarse a los cambios del mundo. La Sociedad se esfuerza constantemente en renovarse y adaptarse a las condiciones de los tiempos. Se preocupa de ser consciente de los cambios que tienen lugar en la sociedad humana y de los nuevos tipos de pobreza que puedan identificarse o preverse. Da prioridad a los más pobres de los pobres y a aquellos que son especialmente rechazados por la sociedad.
4.- FINALIDAD DE LA SOCIEDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL
Misión y Visión establecidas por el Consejo General Internacional.
Visión
Como organización católica laica, encerramos el mundo en una red de caridad, sirviendo a Cristo a través de aquellos que sufren, que están desprovistos o marginados y les brindamos amor y respeto, asistencia y desarrollo, alegría y esperanza, en una sociedad más justa. También buscamos profundizar nuestra espiritualidad así como el amor y el apoyo mutuo con respecto a nuestros consocios de tal manera que, al ver el modo en el que servimos a los más desfavorecidos en un solo espíritu y corazón, la gente se sienta atraída por la Sociedad y por Cristo que le manda su luz.
Misión
Nuestra misión, inspirada por la Llama Radiante del Amor de Cristo, consiste en desarrollar nuestra espiritualidad buscando y encontrando a personas y a familias que son olvidadas, que sufren o que están des favorecidas y que, a través del contacto personal, podamos ofrecerles y ofrecer a cualquiera que se encuentra en situación de necesidad, la ayuda adecuada.
Compartimos sus penas y sus alegrías al igual que verdaderos amigos, sembrando semillas de amor, fomentando su autonomía y respetando sus valores y sus creencias. Como un reflejo de toda la familia de Dios, nosotros, hombres y mujeres que procedemos de cualquier origen étnico, cultural y económico, de cualquier edad, trabajamos juntos en Conferencias locales con el fin de servir a Cristo en los pobres para crecer espiritualmente y para apoyarnos mutuamente.
Los miembros de las Conferencias están estrechamente vinculados a una gran familia mundial, nutrida por la oración y por la reflexión, fiel a la Regla y a los Estatutos que reflejan las tradiciones de nuestro principal fundador, el Beato Federico Ozanam, y nuestro patrón san Vicente de Paúl.
También buscamos identificar las causas de la pobreza y trabajamos junto con la Familia Vicentina y con la Iglesia católica, de la misma manera que con otros cristianos y con cualquier persona de buena fe para formar una sociedad más justa y compasiva que defiende los derechos, las responsabilidades y el desarrollo de todos los pueblos, una cultura de vida y una civilización del amor que reflejan el Reino de Dios.
5.- ¿DÓNDE ESTÁ?, ¿CÓMO SE ORGANIZA?
Actualmente la SSVP está en 151 países. En su 180° aniversario (2013), se estimaba que el número de sus miembros alcanzaba los 800.000:
- Europa:334 conferencias en 30 países
- Asia:463 conferencias en 24 países
- América:377 conferencias en 34 países. (Sólo Brasil tiene 17.166 conferencias y 250.000 miembros).
- Oceanía:359 conferencias en 9 países
- África:104 conferencias en 43 países
La SSVP se organiza de la siguiente manera:
Estructura para las Conferencias de Lambayeque
A nivel mundial la Sociedad se une, en su espiritualidad y en su gestión, en la Confederación de la Sociedad de San Vicente de Paúl, presidida por el Presidente General, actualmente el Dr Michael Thio. La Confederación tiene su sede social en París, Francia, ciudad en la que fue fundada la primera Conferencia. El órgano supremo democrático de la Confederación es el Consejo General integrado por los Presidentes de los Consejos Superiores de cada País.
Cada Consejo Superior debe estar regularmente constituido al amparo de su legislación nacional, como Entidad civil sin ánimo de lucro (ONG) o similar y debidamente instituido por el Consejo General. La actual presidenta del Consejo Superior de la SSVP Perú es la señor Alcionet Rodríguez Oviedo.
Las personas que forman parte de la Sociedad San Vicente Paul, sus socios, se organizan en grupos denominados históricamente “Conferencias”. Las Conferencias están unidas en todo el mundo por unas reglas y estatutos en común, y con estatutos específicos adaptados a las circunstancias sociales y legales de cada país. Estas unidades básicas son reconocidas por el Consejo General de la Confederación Internacional de la Sociedad, que les concede una Carta de Agregación. Las conferencias locales se reúnen con frecuencia, cada una o dos semanas, para planear y discutir su trabajo. Cada Conferencia o Consejo debe contar, como mínimo, con un presidente elegido por tiempo determinado, un Vice-Presidente, un Secretario y un Tesorero, nombrados por el mismo Presidente electo, así como con un Asesor Espiritual, que en la mayoría de las ocasiones, se trata de un sacerdote de la parroquia a la que pertenece dicha Conferencia.
Existe una estructura con niveles, para cada país, con Consejos Superiores, Consejos Centrales, Consejos Particulares y Consejos de Zona, dependiendo de la cantidad de Conferencias en el país.
Los miembros respectivos eligen a todos los Presidentes de los Consejos y de las Conferencias democráticamente, que en todos los niveles son voluntarios. Un equipo pequeño de personal de nómina apoya a la mayoría de los Consejos Nacionales o Seccionales, según sus necesidades.
BIBLIOGRAFÍA
- Página Institucional de la SSVP: es.ssvpglobal.org
- Regla de la Sociedad San Vicente de Paúl
- Javier F Chento, 23 de abril de 2015, SSVP
- Módulos de Formación Consejo Superior de Colombia. Módulo dos. Formación Vicentina.
Por: Margarita Henao Mejía
Ex Presidenta SSVP Medellín
Formadora SSVP América 3
Integrante del Equipo VFCAP en Español
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