Día de Oración y Ayuno Vicentino
Martes 14 de julio 2015
Año de la Vida Consagrada
El Evangelio de la Vida – Vida Abundante – Alabado sea Dios siempre

Querida familia: Oramos y pedimos al Señor que nos ayude a estar dispuestos a ser sus testigos amorosos para otros, muchos de los cuales se han rebelado contra Dios. Oramos para tener siempre la fuerza y ​​el deseo de servirle bien. Oremos los unos por los otros, por los que servimos, por nuestro clero y los de la vida consagrada, nuestros seminaristas y especialmente el Papa Francisco. Sonriamos a menudo y digamos gracias muchas veces durante el día. Todos ustedes están en mis oraciones diarias.

El Evangelio de la Vida – “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” (Juan 10: 10b) Jesús nos recuerda que Él vino para que tengamos vida, lo hace en el contexto en que se entrega su propia vida como ser humano por amor a nosotros. Nosotros servimos y nos entregamos a los demás, los defendemos y, a veces esto puede causar división, temor al juicio. Sin embargo, Jesús sigue ofreciendo abundante vida a todos, y nos invita a ser uno con Él en la recepción, la protección y el cuidado de la vida. No hay que preocuparse de las cosas que pasen cuando servimos a nuestros amigos necesitados, si lo hacemos a la manera de nuestro Señor: Proclamando el “Evangelio de la Vida” por nuestras acciones y viviendo las Buenas Nuevas, y esto debe ser incrustado en nuestro servicio y nuestras vidas. Tenemos que tomar el reto de incluir más oración por nuestro Señor para que nos ayude. ¡La oración es nuestra armadura! Estamos haciendo su trabajo y que se haga su voluntad. Cuando oramos y ayunamos y vivimos el Evangelio en nuestra vida cotidiana, nos convertimos en el Evangelio de la Vida y estaremos llenos de alegría para darla a otros. Cada Vicentino, cada ordenado y cada laico, están llamados a estar abiertos a las necesidades de los demás y a formar una relación amable con traer sanación divina y alegría. Usted encontrará que se trata de dar realmente la vida, a sí mismo, a la familia y a aquellos a quienes servimos. Les animo a leer y reflexionar sobre la «alegría del Evangelio – guía de lectura de grupo basado en Papa Francisco Evangelii Gaudium por Bill Huebsch. También me gustaría desafiarles a hacer una pausa, en este momento y dejar que Dios toque su corazón. Esta es la alegría y el amor puro.

Vida Abundante – La vida abundante en Jesús existe en todas las circunstancias. La vida abundante no es lo bien que vivimos financieramente hablando, o la cantidad de cosas que acumulamos en la vida. Nuestra riqueza está en ser fiel a nuestras muchas bendiciones y a la gracia que se nos da en todas las circunstancias. No tenemos que ser ricos en materialismo cultural; los cristianos podemos conocer la abundancia de la vida y la gracia en todas las circunstancias, pero eso no significa que vayamos a ser millonarios, sino sanos, aceptados, amados o materialmente acomodados. Significa que vamos a redefinir nuestra identidad como hijos de Dios, llamados desde y hacia lugares inverosímiles, para servir y amar a los que están en la pobreza material. Vamos a visitar a los presos, drogadictos, mujeres y familias víctimas de abusos. Muchas veces caminamos en los hogares que son muy descuidados.

A veces se nos mintió y sí, la gente a veces quiere más y miente para conseguirlo. Tenemos que tratar de sentir el dolor de su hambre y que nos duela también. Tenemos que tratar de acercarnos en las visitas, con un enfoque y una práctica espiritual. La gracia transforma cada momento ordinario en una extraordinaria oportunidad para el crecimiento espiritual, la transformación y el amor. Esta es la vida abundante, nunca ser abandonados en nuestros sufrimientos; estar satisfechos con lo que tenemos, no dudar de nuestros valores. ¿Qué nos ha proporcionado Dios en este momento? Él nos ha mostrado el camino y que nunca nos abandonará y él nos ayudará a ver dónde estemos ciegos. Él nos ha de dar ojos de amor y alegría, para servir y hacer lo que tenemos que hacer. Él siempre estará ahí y nos amará siempre.

Alabado sea Dios siempre – se nos invita a alabar a Dios, incluso en nuestros tiempos de sufrimiento. En nuestros propios capítulos de la vida la tribulación vendrá, pero también lo harán la gracia y las bendiciones. Dios no sólo “tiene un plan” para nuestra salvación, Él se convirtió en ese plan (Filipenses 2: 6-16). El camino al cielo es el camino de la cruz. Comenzamos esta oración vicentina el martes 12 de abril del 2005, después de un revés en un proyecto de vivienda. Nuestro párroco P. Julian Studden nos desafió a elegir un día y para orar y ayunar juntos como vicentinos. Nosotros lo hicimos y nuestro equipo de oración recibió el apoyo de los demás para planificar el proyecto de viviendas y decidimos reunirnos los martes y oramos juntos con otras religiones y pronto se convirtió en el proyecto completo. El martes se convirtió en un día de milagros no sólo para mí, sino para los demás también. Pronto se incluyeron personas de todo Canadá y empezamos a traducirla al español para enviar a Cuba, República Dominicana, Guatemala, y en 2011 se extendió a otros países con más personas que tienen correos electrónicos. www.famvin.org ha sido un catalizador para el éxito de la cantidad de personas orando y ayunando el martes para todos los proyectos y esfuerzos vicentinos. Ya no es sólo para la Sociedad de San Vicente de Paúl. La oración va a la gente en todos los ámbitos de la vida y aunque no sean vicentinos, el que oren por nuestro trabajo y por Dios es lo importante. ¡Alabadle siempre!

Aprenda algo cada día – Todas las personas que conocemos, saben algo que nosotros no. Aprendamos de ellos. Eso traerá lo mejor de los dos y nos enriquecerá. Me encontré con esta pequeña joya en mi lectura espiritual en Facebook. El Padre Nathan lo publicó. ¡Disfrútenlo!

“La liturgia debe su grandeza a partir de lo que es, no por lo que hacemos de ella. Nuestra participación es, por supuesto, necesaria, pero como un medio para insertarnos a nosotros mismos con humildad en el espíritu de la liturgia y de servirle a quién es el verdadero tema de la liturgia: Jesucristo. La liturgia no es una expresión de la conciencia de una comunidad que, en cualquier caso, es difusa y cambiante. Es revelación recibida en la fe y la oración, y su medida es consecuente con la fe de la Iglesia, en la que se recibe la revelación… La obediencia de la fe garantiza la unidad de la liturgia, más allá de las fronteras de lugar y tiempo, y así es que vamos a experimentar la unidad de la Iglesia, la Iglesia como la patria del corazón”. (Joseph Ratzinger). Me encantan sus escritos y espero que lo disfruten también. Sean lo mejor que puedan ser, y estar, con la ayuda de Dios.

Bendiciones, Lynn