Desde principios del año 2000 se ha intentado establecer lazos con miras a una acción colaborativa mucho más significativa entre las ramas de la Familia Vicenciana. Las dificultades encontradas son básicamente:
- La comprensión de lo que significa la Familia Vicenciana;
- La necesidad de una base de datos de la Familia Vicenciana a nivel internacional, regional y local, en cuanto a los representantes y miembros en
- La necesidad de reafirmar el espíritu de colaboración de nuestros fundadores, enfatizando entre las ramas de la Familia Vicenciana que solamente trabajando mancomunadamente podremos llevar adelante acciones significativas referentes a la erradicación de la
En la Asamblea General de 2010, de la Congregación de la Misión, tres ramas de la Familia Vicenciana pidieron fijar la atención de la comunidad en la gran necesidad de formación que tienen las ramas de la Familia en el servicio común a los pobres. El 28 de enero de 2011, el P. Gregory Gay, CM., nombró la Comisión de Colaboración de la Familia Vicenciana (VFCC) con el objetivo de desarrollar senderos que permitieran un acercamiento a esas necesidades y mejorar la colaboración mutua entre las ramas de la Familia Vicenciana Internacional.
En su primera reunión, en agosto de 2011, la Comisión de Colaboración de la Familia Vicenciana
decidió que su primera estrategia sería ofrecer una formación, abierta a todas las ramas de la Familia, que fomentara el espíritu de colaboración mutua. Para lograr este objetivo, el P. Gregorio solicitó a las cinco universidades de la Congregación (Adamson, All Hallows, DePaul, Niagara, y St. John’s) su ayuda, para la conformación de un equipo para desarrollar una temática para esta formación.
El ya mencionado equipo, con una representante de las Hijas de la Caridad y de la Congregación de la misión ha trabajado durante un año sobre el contenido de este programa. El equipo ha entendido su misión en estos términos: “promover y empapar a los miembros de la próxima generación de la Familia Vicenciana en la colaboración, con el ánimo de ayudar a las personas y comunidades a salir de la pobreza”.
Los resultados de esta comisión no se hicieron esperar, se emprendió una experiencia piloto: el encuentro del Programa de Colaboración de la Familia Vicenciana, en París, del 19 al 24 de mayo de 2013, en esa ocasión participaron alrededor de 34 personas, provenientes de 13 ramas de la Familia Vicenciana, de 16 países diferentes. Este trabajo inicial fue valorado positivamente por los asistentes, se reconoció la acertada decisión de la Comisión de Colaboración de la Familia Vicenciana, al establecer unos equipos principales con unidad lingüística y cultural con el objetivo de traducir y contextualizar el programa a los idiomas: español, francés y portugués. Posteriormente, se tuvo una serie de sesiones de “formación de formadores”, en París, del 8 al 24 de junio de 2014. La selección de los participantes se hizo por invitación individual, teniendo en cuenta su habilidad y voluntad para trabajar en aquellos grupos lingüísticos. En la actualidad, hay alrededor de 24 miembros de la Familia Vicenciana trabajando con la Comisión de Colaboración de la Familia Vicenciana, en esos equipos lingüísticos y su trabajo ya está comenzando a dar frutos.
A comienzos de 2015, se tuvieron las sesiones regionales del Programa de Acción Colaborativa de la Familia Vicenciana: en inglés (Filipinas, Etiopía e India); en español, un módulo del Programa fue presentado en Guatemala (durante la reunión de la FAVILA) y en Bolivia (en una reunión de la Familia Vicenciana). Ya se han programado otros encuentros de este Programa; en francés, el mes de junio en Camerún; en portugués, el mes de julio en Brasil y en diciembre en Portugal; en español, en el mes de septiembre en Venezuela y en octubre en Ecuador.
Hasta el momento se han programado al menos cinco sesiones para el 2016. Entre esas habrá nuevas ofertas en croata y árabe. Aunque los planes iniciales eran solamente ofrecer esta experiencia en italiano.
Este es el ÚNICO esfuerzo de esta naturaleza, realizado al interior de la Familia Vicenciana. A la espera de la presentación de los resultados sobre la colaboración, nuestra posición común es poner el ejemplo y la experiencia vividas por nuestros fundador en el centro de esta discusión.
Son dos los objetivos principales del Programa de Acción Colaborativa de la Familia Vicenciana:
- Destacar el potencial del trabajo que realiza la Familia Vicenciana a nivel Mundial en aras a ayudar las comunidades a salir de la pobreza.
- Recalcar que esta colaboración y el cambio sistémico son procesos permanentes de una conversión personal y de una transformación social. Nuestro desafío radica en cómo aprovechar la capacidad colectiva de miles y miles de organizaciones con miles y miles de trabajadores. Las estrategias planteadas para el logro de estos objetivos son: 1. Orientación a la misión; 2. Orientación a las personas; 3. Orientación a las tareas; 4. Orientación hacia creación de redes y de acción socio-política.
La metodología del Programa de Acción Colaborativa de la Familia Vicenciana se desenvuelve a través de la exploración de cinco módulos:
Módulo 1: un vicenciano es visionario… re-despertando en nuestros corazones la visión de la colaboración vicenciana que animó a nuestros fundadores y que estamos llamados a encarnar.
Módulo 2: un vicenciano es un contemplador… redireccionándonos en nuestra relación con Dios para ser efectivos servidores de los pobres.
Módulo 3: un vicenciano es un colaborador… re-descubriendo el poder de la colaboración como único camino para realizar nuestra misión.
Módulo 4: un vicenciano es un catalizador… reencendiendo nuestra pasión para ser catalizadores del cambio.
Módulo 5: un vicenciano es un sirviente… reimaginándonos a nosotros mismos en nuestras tareas misioneras para ser energizados en nuestro servicio a los pobres.
San Vicente de Paúl nos ha dejado una herencia de colaboración y espiritualidad enraizada en la tradición de la fe de la Iglesia. Resulta importante un enfoque colaborativo en nuestros ministerios, especialmente si estamos hablando de una iniciativa de servicio directo o de un proyecto de cambio sistémico. Ningún grupo que trabaja en solitario, aislado, puede esperar ser agente de cambio social, ni siquiera pensado en cualquier modelo de servicio. Sin colaboración los pobres no podrán ser servidos con lo MEJOR de nuestras acciones como Familia Vicenciana. El Programa de Acción Colaborativa de la Familia Vicenciana nos otorga unas experiencias tangibles de colaboración: la realidad actual de nuestro carisma vicenciano y el potencial del mañana para servir mejor a los pobres.
Autor: Joe Agostino, CM Coordinador Programa de Colaboración
Fuente: Nuntia, abril de 2015
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