Abril 23 de 2015

A la Sociedad de San Vicente de Paúl

Reciban, desde el Consejo Latinoamericano de Familia Vicentina, un fraternal saludo en este tiempo privilegiado de la Pascua, en donde el Resucitado nos invita a recibir su vida y su paz y al mismo tiempo nos invita ser testigos de su resurrección dando vida a paz.

Con ocasión del aniversario número 202 del natalicio de nuestro querido Beato Federico Ozanam deseamos expresar nuestro saludo de fraternidad y felicitación a todos los miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl, a la vez que animarlos en su camino de discipulado en respuesta a la llamada que han recibido desde su bautismo a trabajar en la viña del Señor: “Vayan ustedes también a mi viña…” (Cf. Mt 20, 4). Es oportuno recordar que esta llamada a “ir a la viña” no se no se dirige solo a los Pastores, a los Sacerdotes, a los Religiosos y Religiosas, sino que se extiende a todos: también los fieles laicos son llamados por el Señor, de quien reciben una misión en la Iglesia y el mundo. (cf. Christifideles laici N° 2). Indudablemente estas palabras reflejan la vida de nuestro Beato quien fue un obrero del Señor y sabemos bien que no escatimó fuerzas para serlo de la manera más auténtica.

Hacer memoria de la vida de Ozanam es fijar la mirada en un hombre de decisiones firmes y acciones perseverantes, en su contexto histórico hizo de la fe su ruta de camino e inspirado por Dios puso a sus predilectos en el centro de sus reflexiones, obras y proyectos. La de Ozanam es una vida digna de reconocimiento por su absoluta resolución de hacerse obrero de la viña del Señor, destinó sus fuerzas, centró su creatividad y movilizó su sensibilidad hacia el lugar donde Dios pone su mirada: los Pobres. Así entonces, todos aquellos que siguen el camino abierto por Ozanam, tienen en él un claro ejemplo de cómo hacerse con su estilo de vida obreros del Señor.

Pero, no solo celebramos el natalicio del beato Federico, también celebramos la fundación de su obra, de su legado del gran regalo que él junto con otros jóvenes universitarios dieron a la Iglesia, celebramos el nacimiento de Ustedes, queridos miembros de la Sociedad de San Vicente de Paul. Que alegría celebrar y comprender este aniversario de su fundación desde el acontecimiento celebrativo que une a nuestra Iglesia mundial, “el año de la Vida Consagrada”; al convocarlo el Papa Francisco ha presentado los tres objetivos del mismo: mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza, los invitamos a apropiarse de éstos objetivos para revisar y revitalizar también su vocación de laicos y esa primera Consagración que brota del bautismo y que se convierte en fuente de toda consagración o entrega que se haga por el Reino de Dios, el seguimiento de Jesús y el servicio a los empobrecidos de nuestro mundo. La invitación es a seguir siendo Sacramento del amor de Dios en el mundo, y seguir con esta gran obra de instaurar el Reino y servir nuestro prójimo, desde nuestra vocación específica, compartiendo lo mismos ideales de Jesús, toda vez que un mismo Señor nos ha llamado a todos y espera de cada uno la respuesta según el lugar que nos ha dado en su Iglesia bien sea como laicos, sacerdotes o religiosos.

En el espíritu de caridad que hemos heredado de San Vicente y Santa Luisa les abrazamos con afecto y deseamos para ustedes la bendición del Señor en esta fiesta del nacimiento del beato Federico Ozanam y de la Sociedad de San Vicente de Paul.

Consejo Latinoamericano de Familia Vicentina

FAVILA