Siempre que hablamos del estudiantado teológico, empleamos la expresión CIFI (Comunidad Interprovincial de Formación Inicial). Con este nombre llamamos a nuestra Casa de Formación, aglutinando lo que en el pasado hemos llamado postulantado, filosofado, teologado, estudiantado, seminario mayor.
Es una Comunidad Interprovincial porque los tres misioneros del equipo de formadores somos cada uno de una Provincia canónica de la Congregación en España. En la actualidad el Superior de la Comunidad es el P. Eladio Gómez Barrios, de la Provincia de Salamanca; el Director es el P. Antonio Ruiz García, de la Provincia de Madrid; y el responsable de la pastoral es el Hno. Francisco Berbegal Vázquez, de la Provincia de Barcelona.
Este es el cuarto curso de andadura de este proyecto que las tres Provincias comenzamos con ilusión y con un doble objetivo: el de juntar a los estudiantes para crear un ambiente formativo adecuado y enriquecedor; y el de apostar, con empeño y dedicación, por la formación de los nuestros. Una formación que intenta poner su énfasis en lo misionero y en lo vicenciano, aspectos que no son ofrecidos en el estudio filosófico-teológico.
Es de Formación Inicial porque, adelantándonos al enfoque de la nueva Ratio Formationis de la Congregación de la Misión, consideramos que la formación de los nuestros comienza con la etapa previa al Seminario Interno, donde el discernimiento vocacional es el objetivo prioritario. Tres son los candidatos en esta etapa: Juan Enrique Hernansanz Camacho (en segundo de filosofía), Ricardo Rozas Pérez (en tercero de teología) y Juan Cruz Vela (en primero de filosofía). Otros tres son los miembros que están en la etapa de Seminario Mayor: Israel Jesús Ortega Gómez (tercero de teología), Francisco Javier López Monrobé (tercero de teología) y
Con nombre propio
João Soares Miguel (tercero de teología). Este último, miembro de la Provincia canónica de Portugal.
Los objetivos de toda la formación están marcados por el Plan de Formación Inicial de las tres Provincias, que, en el verano pasado, fue evaluado y revisado, después de tres cursos de experiencia. Cada curso, como es normal entre nosotros, está orientado por el proyecto comunitario, donde se marcan seis principios inspiradores:
- Principio de REALIDAD: Lo perfecto, lo bueno, lo .. lo ideal siempre va a estar en el horizonte de nuestra vida y de nuestra vocación, es la meta hacia la que caminar. Pero la realidad es lo que es, las cosas son como son y nosotros somos como somos. Por lo tanto, siempre se va a dar una tensión entre lo ideal y lo real. La idea es tener los pies bien asentados en el suelo para que, desde ahí, la formación nos ayude a crecer. Somos una comunidad intercultural. Debemos aprender a vivir estas diferencias como algo enriquecedor, a pesar de las dificultades. Además, es una oportunidad para prepararnos para el mundo, la Iglesia, la Congregación y la Provincia del futuro (casi ya del presente).
- Principio de PROCESO PERSONAL: Todo lo dicho en el punto anterior se resume en que somos únicos, y pretendemos acompañar personalmente a cada uno en su formación (en su etapa, con su cultura, con sus conocimientos). Lo que exige realizar un Proyecto
- Principio de EQUIPO y PARTICIPACIÓN: Creemos que la variedad de testimonios, experiencias, conocimientos, estilos de encarnar el carisma vicenciano, de ser misionero paúl, son una riqueza grande para la formación; por lo que pretendemos realizar el acompañamiento en equipo y favorecer la participación de otros misioneros y de otras personas.
- Principio de COMUNIÓN: Una renovada eclesiología nos presenta a la Iglesia como comunión. Como misioneros, estamos llamados a construir esta Iglesia de comunión. Pero esta comunión se debe vivir en todos los niveles. En la Congregación de la Misión la vida comunitaria es un rasgo propio y su forma ordinaria de vivir. Intentamos poner en el centro de nuestras relaciones personales y comunitarias la comunión; para así poder vivirla en todas nuestras acciones pastorales.
- Principio de EQUILIBRIO ENTRE ESTUDIOS Y PASTORAL: Es innegable que debemos tener una muy buena formación filosófico-teológica. La realidad así lo muestra. Por lo que debemos ser serios en los estudios. Pero no es menos cierto que la experiencia pastoral y el contacto con los pobres nos enseñan; son una fuente insustituible de experiencias de vida y de fe. Por lo que toda experiencia pastoral es entendida como formación. Lo que se realiza desde el diálogo y la evaluación con los estudiantes y con los responsables de donde se realiza la pastoral.
- Principio de INSERCIÓN EN LA IGLESIA LOCAL: El misionero está llamado a la construcción de la Iglesia, debemos conocer, participar y construir la Iglesia local. Participamos en las celebraciones, actos y cursos de la Iglesia de Salamanca.
Seguimos en el empeño de llevarlos a la vida y de formarnos como auténticos misioneros vicencianos. Esperamos vuestro acompañamiento y oración.
Fuente: Boletín Vicenciano, Paúles de Barcelona, Madrid y Salamanca, número 1, marzo de 2015.
Autor: FRANCISCO BERBEGAL, C. M.
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