El lunes 23 de marzo se realizó la inauguración y bendición de la Obra Social María Milagrosa de Valladolid.

La Congregación de la Misión ha rehabilitado la anterior guardería que tenía en un edificio colindante a la parroquia La Milagrosa. Varios son los servicios que aquí se prestan: acogida y atención a personas necesitadas, distribución de alimentos para familias, un comedor solidario para personas sin hogar y un centro de higiene: duchas, lavandería, peluquería, podología…, que comenzará a funcionar en unos días.

El acto de inauguración ha contado con representación de todos los colectivos implicados en la obra: la Diócesis de Valladolid representada por el Vicario General de la misma, Luis Argüello; Sebastián Mora, Secretario Nacional de Cáritas Española; Jesús García Gallo, Director de Cáritas Diocesana de Valladolid, y un significativo grupo de Cáritas Diocesana. Por parte de la Congregación de la Misión, además de la comunidad de Valladolid, el Visitador de la Provincia de Madrid, Joaquín González; representantes del Consejo provincial y el P. Miguel Romón Vita, fundador del edificio y de la parroquia. Además hay que mencionar a la Familia vicenciana, y especialmente a las Hijas de la Caridad que colaboran en los distintos proyectos; al igual que a los representantes del Consejo pastoral de la parroquia y del Voluntariado vicenciano.

De manera breve y sencilla se desarrolló el acto:

• El P. Luis Miguel Rojo presentaba la historia del edificio y la reforma a la que ha sido sometido, así como también las distintas acciones que en él se realizan y agradecía la labor de todos los que han colaborado en la mejora del mismo.
• A continuación, el P. Joaquín González, en nombre de la Congregación de la Misión, expresaba su deseo de hacer de este lugar un centro de atención a las personas más necesitadas y una clara apuesta de los Paúles por la evangelización de los pobres.
• El Director de Caritas Diocesana, Jesús García, remarcó la unión de los distintos grupos eclesiales en la Caridad y su confianza en el buen hacer de los vicencianos en todas las acciones en las que conjuntamente se atiende a los más desfavorecidos.
• Luis Argüello procedía a bendecir los distintos espacios del edificio.

Finalizamos el acto compartiendo un “vino español” donde intercambiar experiencias y estrechar los lazos de unión. No es el espacio material, sino la vida que se fragua dentro de un edificio, lo que hace que la Congregación de la Misión mantenga vivo el espíritu de San Vicente de Paúl y que continúe fiel a su tarea de evangelizar de palabra y de obra a los pobres.

LUIS MIGUEL ROJO SEPTIÉN, C. M.
Tomado de http://misionerospaules.org/