Día de Oración y Ayuno Vicentino
Martes 04 de noviembre 2014
Fuego de Amor – Peregrinos de la Tierra – Abrir de par en par las puertas a Cristo – Servitud Vicentina.

Querida familia Vicentina: Al llegar noviembre, nos enfrascamos en la tarea de prepararnos para compartir con aquellos que lo necesitan la navidad. Rezo por las muchas empresas que dan a las personas necesitadas. Aprovecho este momento para orar por los negocios de mi hijo en tres ciudades que junto con su personal estará donando $ 30,000.00 dólares para las Cestas de Navidad de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Perdonen mi presumir, pero antes que nada, yo soy una madre. También rezo por otro hombre de negocios quien, anónimamente, abre su rancho a cientos de niños necesitados, alimentándolos, dándoles una fiesta con regalos, diversión, payasos y actividades. La gente es buena y nosotros hemos de orar por la bondad de los demás. Amen.

Fuego del Amor – Día de los Fieles Difuntos – ¿Te has puesto a pensar alguna vez acerca del cielo? ¿Voy a llegar allí? ¿Qué se sentirá? Todos tenemos respuestas a esas preguntas y tenemos nuestros ideales. Recuerdo sirviendo una gran cena para las personas sin hogar y al estar al mando, me puse un poco mandona. Le ordenaba a los servidores a limpiar las mesas y a sentar a la gente de rápidamente. Se trataba de una cena especial en domingo y habíamos invitado a nuestros amigos, las personas sin hogar y los pobres. Yo realmente quería que fuera perfecta. Uno de los invitados vino a mí y me preguntó si me pagaban. Mi respuesta fue: «No, mi recompensa está en el cielo para sentarme en una silla y recostarme en ella y tener a todos los que he servido en la tierra, sirviéndome.” Me miró profundamente y me dijo: «Señora, mi punto de vista de los cielos es diferente a la suya. Cuando llegue allí todos seremos iguales.” Nunca lo he olvidado. Dios el Padre nos ha dado a Jesús para que Él nos pueda llevar al cielo. «Porque esta es la voluntad de mi Padre. Para que todo el que oye al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo le resucitaré el último día”. (Juan 6:40)

Los peregrinos en la Tierra – ¿Qué es el cielo? Es más de lo que podemos imaginar, más allá de nuestras esperanzas más extravagantes. En el centro está Dios, que es la bondad total y el amor. Estamos cara a cara con Dios, «permanezcamos” en su amor. El cielo nos da la alegría de conocer y vivir con la Virgen María, San José, San Pablo, San Francisco y Santa Clara de Asís y Santa Isabel Seton. «La vida eterna consiste en la alegría común de todos los bienaventurados.” Santo Tomás de Aquino escribió de «una comunidad de supremo deleite, en donde todo el mundo podrá compartir todo lo bueno con todos los bienaventurados. Todo el mundo le encantará a todos los demás como a sí mismos, y se regocijarán en que lo del otro sea tan bueno como lo propio.” Nuestro querido San Vicente, el Beato Federico Ozanam, Santa Luisa de Marillac, y la Santísima Rosalía Rendu fueron todos nuestros peregrinos en la tierra. Hablemos con ellos a menudo, ellos continúan sirviendo y miran hacia abajo, hacia nosotros, derramando bendiciones para nuestro trabajo.

“Abran de par en par las puertas a Cristo”, exhortó Juan Pablo II durante la homilía de la Misa cuando fue instalado como papa en 1978. Él realmente fue un Papa muy amado, que nos enseñó muchas cosas. Asistió a las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II y contribuyó especialmente a su Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Moderno. Nombrado arzobispo de Cracovia en 1964, fue nombrado cardenal tres años después. Elegido Papa en octubre de 1978, tomó el nombre de su predecesor inmediato, quien tuvo corta vida como Papa. El Papa Juan Pablo II fue el primer Papa no italiano en 455 años. Con el tiempo, hizo visitas pastorales a 124 países incluyendo varios con pequeñas poblaciones cristianas. Mejoró las relaciones entre católicos y musulmanes y visitó una mezquita. El Gran Jubileo (del año 2000) estuvo marcado por muchas celebraciones ecuménicas. “Cristo es el centro del universo y de la historia humana”, fue la línea de apertura de su encíclica en 1979, Redentor de la Raza Humana. Él se describió a sí mismo como un “testigo de la esperanza”. Comenzó el Día Mundial de la Juventud y los viajes a muchos países. Podemos estar seguros de que San Juan Pablo II está de pie mirando hacia abajo, hacia nosotros y nos bendice.

Servitud Vicentina – Siempre hay una manera de servir a Dios. Cuando nos sentimos solos, tristes y confundidos, es una señal para que hagamos un cambio y hagamos algo en nuestras vidas; en lugar de quejarnos. Cuando usted se siente irritado por encima de todo, usted puede apostar que es un mensaje de Dios para ayudarle a cambiar y hacer algo bueno. Esta es la Gracia. Volvámonos a Él y digámosle: “Aquí estoy Señor, ¡úsame!” Debemos sentarnos ante el Santísimo Sacramento que es un gran lugar para discernir. Pidámosle a nuestro Señor su ayuda y su orientación. Saldrá de allí sintiéndose elevado y tendrá un verdadero sentido de la orientación. Ser vicentino es un verdadero regalo para nosotros como siervos cristianos. No podemos ser católicos de domingo y ser otra persona durante la semana. Contestemos la llamada y dejemos que nuestro Señor nos lleve en la dirección de la paz, la felicidad y la alegría. Servir es un regalo y como Vicentinos usamos ese don para ayudar a hacer un lugar mejor para los demás.

Oremos los unos por los otros, nuestro clero y el Papa; y recordemos a nuestros seminaristas, a los que sufren y a los que servimos.

Bendiciones,

Lynn