Día de Ayuno y Oración Vicentina
23 de septiembre del 2014
TLC -Nuestro Mejor Amigo – Poner la Otra Mejilla – El último Será Primero

Queridos hermanos y hermanas: Todos nosotros somos los siervos y somos agradables a Cristo. Mantengamos entre nosotros en nuestras oraciones. Por supuesto recordemos a todos aquellos a quienes servimos. Pidámosle a Dios que los bendiga y hagámosles sentir la alegría de sus bendiciones. Les pido también que recordemos a todo el clero, nuestro bendito Padre, seminaristas y nuestra preciosa juventud. Hagamos nuestras oraciones a menudo y con mucha sinceridad. La sinceridad es lo que realmente pone al descubierto el corazón y realmente habla por el alma. La sinceridad es siempre buena, pero nomás que en nuestras oraciones. Cuando alabamos a Dios y le damos gracias una sensación especial viene sobre nosotros, nuestras familias son bendecidas y nuestro Señor es feliz con nosotros. Debemos orar por los que necesitan ayuda a menudo y sobre todo ahora por el terrorismo – las víctimas y los terroristas. Señor, toca los corazones y sana a los heridos. Amén!

TLC (ACT) yo sé que usted está pensando que significa Amor y Cariño Tiernos y es cierto, pero el TLC ha sido tomado de la homilía del Diácono Art: y significa: Confianza, Amor, Compromiso. Esto en pocas palabras describe a los Vicentinos. En primer lugar, debemos tener la confianza de Dios y la confianza en Su voluntad. En segundo lugar debemos amar como Dios ama, para esto, aprendamos del amor que Jesús nos muestra y nos encanta a los que servimos en el camino de Dios y por medio de sus ojos y en sus ojos. En tercer lugar está Compromiso con nuestro servicio y la oración, porque el compromiso de Dios nos llega a través de las visitas más difíciles. Una vez que ponemos nuestra confianza, el amor, y Compromiso en Dios, la Trinidad nos verá a través de la ayuda para levantar a los que servimos a salir de la pobreza espiritual. Tenemos que hacer algo más que proporcionar curitas a los necesitados. Nuestro papel es ayudarles a ser levantados de sus circunstancias. Necesitamos TLC de dos clases para enseñarles a pescar y a veces, eso lleva más tiempo. Dios está siempre con nosotros y oramos en cada paso del camino. Oramos por la intervención de Federico de Ozanam, Rosalie y todos los santos, que siempre nos han protegidos   con TLC y la oración.
Nuestro mejor amigo – Dios nos ama siempre. Le encanta cuando imitamos a Su Hijo. La verdadera felicidad viene de nuestra relación con Dios. Esto hace que todo nuestro las otras relaciones funcionen. Cuando hacemos su voluntad y pasamos tiempo andando con él, vemos que nuestra vida cambia. No podemos ser santos sólo durante la hora de la oración en la Iglesia, sino que siempre. Me encantan las bienaventuranzas; que son la realidad de lo que somos como Vicentinos. Un día cuando les enseñaba a los jóvenes sobre las bienaventuranzas nos concentramos en vivir las bienaventuranzas y se nos hacieron hermosas parodias sobre cómo debemos vivir en las bienaventuranzas. Decidimos en ese día que todos debíamos mostrar la actitud de las bienaventuranzas y eso significaba cambios, vivir como Jesús nos llama a vivir. Ese día nos enseñamos los unos a los otros cómo ser Cristo el uno al otro. Tuvimos una colecta de ropa al final de nuestro encuentro y recogimos muchas cosas que los jóvenes ya no estaban usando para dar a otros jóvenes. Un niño, que por cierto no siempre apoyaba o estaba de acuerdo con nuestras lecciones, se puso de pie y se quitó la ropa nueva que llevaba y los cambió por algunas viejas que estábamos dando. No necesitó ninguna palabra, estaba viviendo el Evangelio. Dios nos ama siempre.

Poner la Otra Mejilla – No importa cómo el mundo nos trate, pues se nos asegura que Dios trata siempre de estar ahí y nos ama siempre. Él es nuestra fuente de amor y alegría pura. Coloca a los que nos precedieron para darnos alegría a través de Él y Él coloca los que nos precedieron y que necesitan alegría por medio de él. Jesús dijo a sus discípulos: “A ustedes que oigo yo digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.” (Lucas 6: 27). Ir un paso más allá en tratar a los demás como nos gustaría ser tratados. Ore por sus necesidades. Mi abuela solía decirme cuando yo realmente quería algo que orara de más y lo tendría, sobre todo ora por los que te enojan. Nunca tuvo sentido para mí, pero yo la quería mucho y ella tenía razón. Hay que conoce los retos de Dios para que nosotros podamos juzgar con el amor, la misericordia y el perdón.

El último Debiera Ser Primero – (Mateo 20: 1-16) No tenemos que entender los caminos de Dios, sólo tenemos que estar agradecidos. Dios nos da la misma cantidad de amor que Él le da al más santo de los santos. Aquellos que servimos puede discutir con nosotros y decir: «Dios no es justo»! Pensamos a veces en nosotros mismos cuando estamos enfermos o cuando un miembro de la familia está enfermo. Piense en cuántas veces te sentiste de esa manera y mira a los necesitados con otros ojos. Algunas cosas no son justas y pueden leer esto en el Evangelio y podemos verlo en nuestro servicio. Tenemos que prestar más atención al más pequeño porque lo necesitan más. Estamos atendiendo a Jesús debemos atenderlo amorosamente. A veces tenemos que ser duros como en el Evangelio, pero nuestra fortaleza es el amor, lo que ayudará a levantarles a una vida más plena. No los dejemos en el camino, sigamos intentando y sepan que cada uno es amado tanto como tú. Estamos llamados a tratar a todos con caridad cristiana recordando a Nuestro Redentor, que dio su todo en la cruz por todos nosotros y él perdonó a quienes lo crucificaron.

Bendiciones,

Lynn