Día de Oración y Ayuno Vicentino
Martes, 12 de agosto del 2014
Panes y Peces – El Amor Eterno de Dios – El Mejor Sermón – Caminando Sobre el Agua

Estimados Hermanos y Hermanas Vicentinas: Que vuestra semana esté llena del misterio, el amor, la santidad y la paz. Seamos Cristo y veamos a Cristo en cada persona que conozcamos. Detengámonos y démonos cuenta de la alegría y la riqueza que nos rodea. Cada uno de ustedes está en mis oraciones y tenemos una nueva persona que se ha unido a nosotros para orar juntos los martes para todos los necesitados. Qué gozo es tener tantos para orar por otros. Que Dios les conceda sabiduría, sinceridad, y una verdadera relación con Dios, que nos dio a Jesús, la verdadera fuente de la alegría. Amén. «Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean aceptables ante tus ojos, O, Señor, mi roca y mi salvación». (Salmo 19:14)

Panes y Pescados: (Mateo 14): ¿Alguna vez has pensado del por qué Jesús tomó el almuerzo del niño para alimentar a los 5.000 hombres y más. Él podría haber ofrecido una vaina de hierba o una piedra a Dios por el milagro, pero en lugar de eso utilizó al niño y su almuerzo ofrecido libremente a Jesús para servir a los hambrientos. Veo esto como una lección para que nosotros alimentemos a los hambrientos. Estamos llamados a compartir lo que tenemos con los que no tienen. Este es nuestro deber como Vicentinos. Alimentar a los hambrientos es la humanidad de Jesús. Es lo que Él nos llama a hacer. Esta es nuestra misión. Nos llamó y le contestamos. Cuando atendemos a los pobres y damos de comer a los hambrientos estamos alimentando y cuidando a Jesús. Él nos da el poder y la pasión de servir personalmente a los que Él pone delante de nosotros y utilizando sus enseñanzas, le servimos. Cuando lo hacemos por los demás también lo estamos haciendo por Jesús. La gente estaba sorprendida del poder de Cristo. ¿Habrán entendido el mensaje? Cuando nos fijamos en este milagro tenemos que darnos cuenta: Jesús no necesitaba la comida del niño. ¿Entendemos el mensaje? A menudo no, y no damos porque tenemos miedo de quedarse sin lo propio. Jesús nos llama a compartir nuestro almuerzo con los demás. Este es un muy poderoso Evangelio sobre el cual reflexionar. Nos quita el temor de no tener suficiente y nos desafía a seguir a Cristo compartiendo con el hambriento. Si entendemos y conocemos que la Caridad y la Justicia son uno en dos de los principios que San Vicente de Paúl y el Beato Federico Ozanam vivieron y entendieron; seremos llevados más cerca de Dios y más cerca de compartir el Reino. Cuando creemos e imitamos, llegamos a ser más como Jesús. Cuando nuestras acciones reflejan las muchas lecciones que nos dan, llegamos a ser más como Jesús. No se trata de nosotros, sino de Dios y el bien que viene de servir.

El Eterno Amor de Dios: Realmente nos merecemos el amor de Dios. No dudemos de su amor. Él nos ama y tiene sueños maravillosos para nosotros. Pongamos a Dios en primer lugar! Es lo que hay que hacer. Dejemos de lado nuestros deseos egoístas para mejorarnos a nosotros mismos, a menos que sea para agradar a Dios. Nuestro deseo de tener éxito no es tan importante como el servicio a los necesitados y veamos a Cristo en ellos. Esto agrada a Dios. La oración nos ayuda a prepararnos para todo lo que vendrá ante nosotros. Dios nos llama a la santidad. No podemos pretender ser santos; tengamos la intención de ser santos. El amor de Dios es para siempre. Él nos dio a Su Hijo, y el Espíritu Santo. Esto es todo lo que necesitamos. Tomémonos el tiempo para calmarnos a nosotros mismos y hablemos con Dios, especialmente cuando usted no quiera. Este es el mejor momento, porque entonces escuchamos y sentimos que el amor fluye. Los niños parecen encontrar la paz en medio del ruido de este mundo. Pueden bloquear todas las cosas que tienden a irritar a los adultos y encontrar en sus corazones el lugar destinado para la audiencia, para escuchar, para amar. Todos experimentamos la tensión; pero tenemos que dejar eso a un lado y dejar que Dios se encargue de todas las cosas. Escuchémosle a Él y sintamos su amor.

El Mejor Sermón: Escuchamos una gran cantidad de sermones y tratamos de seguirlos. Sin embargo, los mejores sermones siempre son los vividos, no los predicados. Lo sabemos, pero yo creo que tenemos que escucharlo más a menudo porque tendemos a olvidarlo. Aprendemos a respetar a quienes nos rodean. San Francisco no demarcó líneas entre sí mismo y los parias de la sociedad. Entró en sus zapatos, a veces literalmente. Esto, tanto le permitió ayudar, como permitió que la gente confiara en él. Lo hizo sin pensar en su estatus social. Imitemos a Federico Ozanam que verdaderamente amaba a los pobres. Ellos eran sus amigos. Piense en San Vicente de Paúl y el poder que tiene hoy. Mucha gente en los tiempos modernos vivió los sermones. Pensemos en Dorothy Day, una persona común, haciendo algo extraordinario para los trabajadores. La Madre Teresa, sin duda caminó y vivió el Evangelio. Lo sabemos; sólo que tenemos que hacerlo. Nos encanta – Servimos – Oramos. Esta es la evangelización y el mejor sermón jamás predicado. Oremos los unos por los otros, siempre.

Caminando sobre el Agua: Jesús llamó a Pedro a caminar sobre el agua durante la tormenta. Pedro lo hizo y luego le dio miedo, dejó que el miedo le controlara. Pedro permitió que la duda se metiera en su camino. La duda viene de estar inseguros sobre el plan de Dios para nosotros. La lectura de Mateo 14: 22-36 nos enseña que para mantenernos fuera del agua tenemos que mantener nuestros ojos en Jesús en vez de los problemas que nos están ahogando. ¿Te has preguntado por qué sólo creer en Jesús no es suficiente? Así que, por supuesto, nos hundimos en río revuelto! Lo que no nos damos cuenta es que como hijos de Dios, tenemos Su amor y Su preocupación por nosotros, nos lo merezcamos o no. Y como seguidores de Jesús, andaremos sobre las olas. Como seguidores de Jesús, tenemos que salir de la barca y caminar sobre el agua, seguirle dondequiera que Él vaya, haciendo lo que Él nos dice. No temas, disfruta de la aventura. No temas a la caída. Se quedarnos sin seguirle es lo que debemos de temer. Dios está siempre con nosotros, así que debemos continuar el viaje. Jesús nos dio el Espíritu Santo para que podamos ser sus testigos hasta los confines de la tierra con valentía, visiblemente, con confianza. Seguimos el camino trazado para nosotros. Vivimos Su palabra y nos convertimos por nuestras acciones. Esto es realmente vivir el Evangelio y mantenerse a flote mientras caminamos en el agua para llevar a Jesús a los demás.

Bendiciones,

Lynn

Querida Familia Vicentina: Ruego para que su semana esté llena de las bendiciones y milagros de Dios. En este momento, en el área de mi cabaña en la zona de Okanogan de la Colombia Británica estamos orando. No hay daños humanos que lamentar a pesar de los muchos incendios debido a las altas temperaturas. También hemos estado respirando el humo a la deriva de los incendios desde el oeste de los EE.UU. Sé que ha habido muchas tormentas en otros países. Siempre oramos por la paz en zonas de conflicto y, por supuesto, rezamos por nuestros sacerdotes, diáconos, obispos y el Papa Francisco, que nos enseña mucho. Si quieren saber muchas cosas sobre la familia vicentina, por favor visiten el sitio www.famvin.org y será verdaderamente educativo, inspirador y le dará muchas cosas en que pensar.

Por favor, oren por nuestros intérpretes que libremente dan de su tiempo. Que Dios les Bendiga a todos ustedes y sus familias. Siéntanse libre de pasar esta oración y la reflexión porque no hay derecho de autor. Voy a reunirlas en un libro para los que lo han pedido, así que si usted desea una copia, por favor hágamelo saber. Juntos hacemos la diferencia. Evangelizar, un paso a la vez y ser Cristo a todo el mundo. Que de Dios es la gloria y Dios toma el crédito.

Bendiciones,

Lynn

Morir por amor: Piensa en el tiempo en que estuviste más enamorado, multiplícalo por el infinito, y te darás una idea de cómo se siente Jesús por nosotros. Y «nosotros» significa usted, y él y ella y yo también. Jesús se está literalmente muriendo por que estés en el cielo con él. Cada uno de nosotros ocupa el corazón de Jesús de una forma única, singular.

Oración diligente

Confesemos nuestros defectos a Dios y en ningún caso abandonemos la diligencia en la oración. Porque es mejor ser culpado por omisiones frecuentes que por completo abandono. – San Marco, el Ascético –

La bondad no se trata de la satisfacción inmediata. Más a menudo es similar a una inversión de bajo riesgo que se aprecia de manera constante en el tiempo. – Josh Radnor

Nadie es inútil en este mundo, si aligera las cargas de otros. – Charles Dickens

Usted debe esperar grandes cosas de usted mismo antes de poder hacerlas.