Febrero de 2014 fue un mes significativo para el progreso de las mujeres en Haití. El primer grupo de mujeres financiado por la Iniciativa de la familia Vicenciana en Haití se graduó en el programa «Camino Hacia una Vida Mejor», donde aprendieron conocimientos básicos para la vida que ya les han permitido mejorar sus circunstancias. Trescientas mujeres empezaron el programa, y 18 meses después 290 lo completaron de forma satisfactoria.
Las graduadas viven cerca de Morne Michel y Domond en el Haití rural, donde hay falta de oportunidades económicas. Estas mujeres decididas, han construido casas robustas y letrinas sanitarias mediante el trabajo comunitario, han matriculado a sus hijos en el colegio y han aprendido dos actividades que generan ingresos para mantener a sus familias.
El director del programa, Gauthier Dieudonné, describió el día de la graduación: «Todas las mujeres llevaban sus mejores galas, caminaban por el pasillo con dignidad y en sus caras se reflejaba el orgullo por su logro. Hubo música, bailes, y dibujos representando los problemas de la pobreza extrema y como ganarle la batalla.»
Las familias haitianas tienen de cinco a siete miembros de media, así que el éxito de estas mujeres tendrá un efecto exponencial y supondrá un impacto positivo para más de 1500 personas, especialmente niños, quienes tendrán la posibilidad de elegir nuevos caminos en su vida.
Mientras las mujeres celebraban su nuevo vida, un segundo grupo comenzó a dar sus primeros pasos en este fascinante camino. El siguiente grupo de 140 mujeres proviene de Fond Cheval, del área Mirebalais de la meseta central de Haití. Estas mujeres arrancaron sus nuevos futuros en una ceremonia religiosa a la que atendieron miembros de la Familia Vicenciana, un funcionario del gobierno local y miembros de Fonkoze, que son los encargados de impartir el programa y han apoyado a casi 3000 mujeres en los retos y éxitos de comenzar esta nueva vida.
Con sus nuevas tarjetas de identificación, que ilustran su compromiso con el programa, ellas y sus familias ahora tienen acceso a asistencia médica gratuita, que incluye un nuevo hospital en la región. Asimismo, las mujeres recibieron un filtro de agua para protegerlas del cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua.
De aquí al verano del 2015, estas mujeres habrán desarrollado los conocimientos y confianza necesarios para sustentar a sus familias en una nueva vida que les permita más opciones y oportunidades.
Tomado del Boletín de la iniciativa de la Familia Vicenciana en Haití
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