Día de Oración y Ayuno Vicentino
Martes 25 de abril 2014
¿Se puede convertir el agua en vino? – Perfección – Celebrar la Vida – Líder en Esperanza

Queridos Hermanos y Hermanas Vicentinas: Gracias por las oraciones que ofrecen a los demás. Gracias por ser una familia tan maravillosa diciendo «Sí” a Jesús. Rezo por cada uno de ustedes y sus familias, su organización: la familia Vicentina y por todos a los que sirven. Mi corazón está abrumado con todo lo que hacen. Dios les ama mucho y yo lo hago también. Sin embargo, Su amor es mucho más importante. Oren las Bienaventuranzas y Mateo 25. Dios bendiga sus días y sus semanas. Amén.

¿Se puede convertir el agua en vino? – Convertir el agua en vino es Gracia. En el Evangelio de Juan se nos enseña este milagro, que no tiene sentido para el ministerio. Es un pequeño milagro y tal vez poco importante para muchos y más pareciera como un truco de magia. No trata del dolor ni de la curación de las personas. Convertimos el agua en vino al visitar a un preso y de alguna manera iluminamos la vida de los hombres y las mujeres. Lo hacemos cuando Dios nos lleva a otros en necesidad de su gracia. Lo hacemos cuando creemos que El está en la Eucaristía. Somos el agua y cuando llegamos a ser el vino es que estamos haciendo su voluntad. Vino que se convierte en el nuevo pacto. Jesús convierte el vino en Su sangre, la sangre del propio Hijo de Dios. Alabamos a Dios cuando servimos y nuestra agua pura se convierte en vino. Cuando ves que un terrible momento se convierte en alegría o incluso la aceptación y el sentir del amor de Dios en cada situación, el agua se convierte en vino. Por supuesto que no lo hacemos físicamente presente, sino creyendo que es nuestro regalo de vino. Nuestro milagro de servicio, la fe y la gracia porque decimos «sí» se están convirtiendo en el agua y en el vino.

Perfección – Lograr la perfección para la mayoría, sino todos nosotros se encuentra al final de nuestro viaje hacia el Reino y la Vida Eterna. Se presenta en las cosas simples. Nuestra familia se reúne todos los domingos para la cena. Damos ‘Gracias’ antes de las comidas en el milagro de nuestra (re) unión. Nosotros no cambiamos esta práctica o como decimos, el primer curso de la comida. Cuando tenemos invitados pedimos que se les bendiga, cuando los miembros de la familia están ausentes pedimos que se les bendiga y que se bendiga a cada uno y a cada otro. Parte de nuestra perfección es la santidad que viene de la Santísima Trinidad. «Para que Dios sea bondadoso, Dios puede ser uno. Para que Dios ame, Dios tiene que ser dos, porque el amor es siempre una relación. Para que Dios sea supremo gozo y felicidad, Dios tiene que ser tres». – Ricardo de San Víctor.

Recuerde siempre, su amuleto de la suerte o el secreto de la perfección, Dios olvida, Jesús perdona, el Espíritu Santo nos conduce en la esperanza. La Cuaresma nos ayuda a acercarnos más cuando ayunamos y nos preparamos para la Salvación. Estamos llamados a ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto. Eres perfecto, eres Santo y usted hermano, es un santo. Sin embargo, usted es demasiado pecador. Oremos y leamos la Escritura que nos da una dieta rica para alcanzar la perfección como nuestro Padre es perfecto. Somos santos a través de nuestro Bautismo y por la cruz, al aceptarla.

Celebrando la Vida – Cada día es un regalo muy especial. En las Escrituras Dios nos suplica a lavarnos hasta que quedemos limpios. Tratamos de hacerlo a diario. En mis oraciones de la mañana le pido a Dios que bendiga mi tacto, mi temperamento y que me de amor de todos en mi pan de cada día. No podemos hacerlo solos! Necesitamos la ayuda de nuestro súper héroe, Dios ( Padre, Hijo y Espíritu Santo). Somos muy afortunados de tenerles, «El Padre Nuestro”, la Reconciliación y la Eucaristía, y tantos otros regalos. Debemos humillarnos, para ser exaltados. Lo comparo con despojarnos de nuestras vestiduras y quedar desnudos ante Dios y bailar libremente. Despejar todas las trampas para escuchar la Palabra de Dios y aceptarlo. Una celebración de la vida es amar a todos. Llegamos a los necesitados en las cárceles, en sus hogares, en la iglesia o en el teléfono. Traemos el amor de Dios a todos. Jesús nos manda a amar hasta el máximo grado. Nuestro amor comienza con una verdadera devoción que es una historia de amor con Dios. Recuerde, Jesús exclamó en la hora de su muerte: «Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Él también luchó con la duda y aceptó con amor. También debemos dar nuestras luchas a Dios y seguir el camino de Jesús en los momentos buenos y en los no tan buenos. Me encanta la historia de un pastor que ve a una persona sucia que viene cada día al altar durante el almuerzo y la oración. Las palabras del viejo hombre sucio sonaron, «Sólo vine a decirte Señor, lo feliz que he estado ya que he encontrado la amistad de los demás, y tu te has llevado mis pecados. Realmente no sé cómo orar o qué decir, pero yo pienso en ti cada día. Así que, Jesús, este soy yo el día de hoy, chequeando nada más.” Recuerde revisar con Jesús hoy y siempre; sepa que es su amigo – una amistad hasta el final y más. Como le digo a mi marido: «El amor es para siempre y un día”.

“Nunca se debe diluir su fe en Jesucristo”. (Papa Francisco).

Líder en la Esperanza – Es bueno tener ambición e incluso mejor tener la ambición sagrada que le llevará a servir en el amor, la paz, la justicia y la alegría. Así es como seguimos vistiendo al desnudo y acogiendo al inmigrante. Un gran líder es un sirviente. A veces nos sentimos culpables. Esto no es una mala cosa. Pues lo es, si se apodera de nosotros. La culpa es otra oportunidad para hacer una llamada al 911 de Dios y en realidad nos ayuda a alejarnos de Dios pero para hacer el bien. Solución a la culpa – la oración! Jesús descubrió esto en la oscuridad de la noche en Getsemaní. Dios siempre está ahí, nunca se sienten solos. Salid de la oscuridad y a la luz de Su amor. Guiemos con las ambiciones de Dios y el ejemplo de Jesús.

Recuerde visitar www.famvin.org/es y registrarse en su lista de correo. Hay tantas cosas para hacer su Cuaresma un poco mejor. También puedes ver el calendario cuaresmal.

Bendiciones,

Lynn