Susan Stabile escribe:
«Robert Maloney, CM, anteriormente Superior General de la Congregación de la Misión, tiene un artículo en el último número de America Magazine sobre la Esperanza.
En él, menciona una cita atribuída a Agustín de Hipona: «La Esperanza tiene dos hermosos hijos: la Ira y el Valor. La Ira para indignarse por la realidad y el Valor para enfrentar esa realidad e intentar cambiarla».
Explicando la cita, Maloney escribe:
La Ira, primera hija de la Esperanza, reacciona de forma espontánea ante la cara del mal, negándose a aceptar las estructuras sociales y económicas injustas que privan a los pobres de la vida: las leyes injustas, las relaciones económicas basadas en el poder, los tratados desiguales, las fronteras artificiales, los gobiernos opresores o corruptos, y tantos otros numerosos y sutiles obstáculos para las relaciones sociales armoniosas. Y luuego el segundo hijo de la Esperanza, el Valor, de pie al lado de la Ira, busca maneras de «esforzarse, buscar, encontrar y no ceder», tal y como lo dijo como Tennyson.
La unión de los dos es importante. Con demasiada frecuencia vemos una hija —la Ira— acompañada por el segundo —el Valor—. Después de todo, la parte iracunda es mucho más fácil. No se necesita mucho esfuerzo para sentarse y hablar acerca de lo enojados que nos ponen algunos asuntos. Pero la ira sin el valor (y la energía) para actuar es improductiva.
Por supuesto, puedes estar enojado con la injusticia en el mundo. Pero después pregúntate a ti mismo: ¿qué puedo hacer yo para ayudar a solucionarla?
Tomado de FamVin EN.
Traducción: Javier F. Chento
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