Día de Oración y Ayuno Vicentino   Martes, 04 de febrero 2014
¿Es usted el Mensajero de Dios? – Cambiar nuestro Ser Interno – Celebremos las Diferencias – Sea Audaz!

Querida Familia Vicentina: ¿Puedes creer que febrero ya está aquí? Para aquellos que sufren los rigores del invierno, este es un mes lleno de alegría y de amor anticipando la llegada de la próxima primavera. El invierno se ha ido antes de darnos cuenta, y los esquiadores estaremos esperando para el próximo invierno. La única cosa constante en nuestra vida es el amor de Dios, que incluye el perdón, la orientación y el estar siempre ahí. Os animo a leer más las Escrituras. Comience su día con la Palabra y verá la diferencia. Encuentre una palabra de la Escritura que le hable a usted y ore sobre esa la palabra. Es un pequeño mensaje de Dios y vivirlo siempre le dará un buen día. Oremos por los demás y por nuestro clero de abajo hacia arriba y por todos los que no nos caen bien, roguemos por la comprensión. Recemos  en acción de gracias. Oremos también por nuestros seminaristas cada día. Demos  gracias a Dios por todo el bien que Él hace a través de cada uno de nosotros.

¿Eres el Mensajero de Dios? – La respuesta más rápida es «SÍ”, ¿o qué debe ser? Dios obra a través de nosotros y nosotros somos Sus mensajeros. A veces nos olvidamos de darle el crédito para que todo el bien se apodere de todo lugar. Nosotros, como Vicentinos, servimos a Él y Él a su vez da a menudo a aquellos a quienes servimos el milagro de la esperanza. Es Dios obrando a través de nosotros, lo que lleva a cabo esta tarea. Ésta es nuestra responsabilidad de servir y de mostrar su amor a través de nuestro servicio. Estamos llamados a establecer los buenos ejemplos, de amar, vivir y difundir la Palabra. Creer en Cristo nos hace las manos, los pies, la voz y el sirviente de los necesitados. A través del ejemplo de Jesús, llevamos esperanza y realizamos cambios por medio de él. Él nos envía y nosotros somos Sus Mensajeros. Esto claramente no es una opción. Es un mandamiento. Nosotros decimos » sí» a este servicio y el servicio es a Cristo en todo el mundo que nos rodea y especialmente a los que viven en la pobreza. Ser un mensajero de Dios es un compromiso lleno de alegría, y a veces de lágrimas, pero siempre de amor, abracemos y oremos siempre para llevar el mensaje con la ayuda de Dios. Recuerde que debe alabarlo siempre por la obra que lleva a cabo a través de usted.

Cambiar nuestro Ser Interno – ¿Alguna vez ha sido usted criticado? ¿Ha estado celoso de alguien? ¿Ha hecho chismes sobre alguien? Todas estas cosas, y otras, hacen de nuestra vida una tortura, y nos aleja un poco de Dios. A veces pensamos que somos mejores que otros. Nos olvidamos de que todos fuimos creados a semejanza de, y que, Dios nos ama por igual. Así que aquí es donde entra en juego el ayuno. Podemos cambiarnos a nosotros mismos a través del ayuno y las mejores cosas de las que podemos ayunar son: la crítica, los celos, los chismes, la falta de perdón, el desperdicio de la comida, su tiempo y otras cosas. Somos una sociedad tan desperdiciadora. Darnos nosotros mismos a los demás, sin apresurarnos al ayudar a otros. El trabajo que hacemos es obra de Dios. Ayunemos de la falta de humildad. Cuando conocemos a los pobres, hemos de ver a Jesús en ellos y hemos de hacerles ver a Jesús en nosotros. Ayunemos de juzgar (esto es algo difícil para la mayoría). Tratemos de entender a los que no está de acuerdo con nosotros. Oremos para que cambiemos nosotros, no la otra persona; oremos para entender más. Nunca ayunemos  de la oración, orando todo el tiempo. Estémos siempre felices. Las sonrisas son las oraciones de Dios compartámoslas con los demás, como una oración silenciosa. Ayunemos de la ira y la tristeza. Gran parte de esto se relaciona a la lista del Papa Francisco, como se encuentra en www.rappier.com. Nuestro diácono usa esta lista para dar la homilía desde hace unas semanas. Desde entonces ha sido impreso en el boletín. Terminó la homilía con “Sean felices. Canten con alegría. No pongan caras de indigestión ácida”.

Nuestro diácono se está recuperando de la cirugía, por favor, hagan una oración por el Diácono Art(uro).

Celebremos las Diferencias – Pensemos en un mundo en el que todo el mundo piensa como nosotros. Las cosas realmente se habrán pervertido, y la emoción se habrá ido. A todos nos gustaría comer los mismos alimentos, iríamos de vacaciones a los mismos lugares; veríamos las mismas películas, etc. Francamente las cosas serían muy pervertidas. No todo el mundo estaría de acuerdo y, a veces, se nos haría burla por servir a los pobres. Sé que es difícil, pero hay que tratar de celebrar las diferencias. Celebremos los logros. Tenemos una gran organización de muchos niveles y muchos miembros en la familia. Celebremos nuestra Familia Vicentina cada día. Defendamos a los pobres dentro de nuestra Familia Vicentina a través de Dios. Él está siempre con nosotros para darnos las palabras y ayudarnos a celebrar. Todo lo que hacemos está en las manos de Dios. Leí una cita del Papa Francisco hoy en www.famvin.org/es que dice: «Dios no es católico”. Realmente oré en este caso. Tenemos que celebrar las diferencias. Me he reunido con un amigo judío y hemos orado juntos un día a la semana. Oramos la mayoría de las veces al aire libre y leemos el periódico y hemos orado por cada tragedia en las noticias. También oramos un par de veces en la capilla católica. Fue una buena experiencia. Una experiencia más del compartimiento de la oración se me dio hace unos años cuando ayudé a alguien a quien Dios puso ante mí. Ella era musulmana y estaba embarazada de trillizos. Su marido perdió su trabajo en su quinto mes de embarazo. Ellos tenían otros dos hijos menores de 5 años y uno tenía un impedimento físico. Nos reuníamos dos veces por semana para orar y llorábamos juntas. Dios estaba con nosotros. Por supuesto que también ayudó con los bebés. Esta fue una celebración con Dios.

Sea Audaz! A veces nos sentimos realmente atascados en el barro o empantanados. Tenemos que dar un paso de fe. Ir a las aguas fangosas, sin quedarse  estancados. Si te quedas dónde estás puedes marchitarte y morir. Habrá que bucear; meterse al fondo, el agua es grandiosa! Debemos ir a las profundidades para conocer a Dios y conociéndole mejor, le serviremos mejor. Acerquémonos a Dios. Dios está  realmente de nuestro lado. «Sea lo suficientemente audaz para creer que Dios está de su lado, incluso cuando se olvida de estar en el suyo. Viva su vida, entonces, no por la ley, sino por el amor. Si amas a Dios, nunca vas a hacer nada para lastimar a Dios y, por lo tanto, nunca te harás infeliz”. -Fulton J. Sheen

Bendiciones, Lynn