Jesús es la luz del mundo. Seguirle quiere decir no caminar en las tinieblas, en las mentiras, sino tener la luz de...
Desde un punto de vista vicenciano
Celestiales al igual que nuestro Padre celestial
Jesús, el segundo hombre, es del cielo. Nos llama a comulgar con él, para que los hombres terrenos seamos celestiales...
Maldiciones que resultan bendiciones
Jesús se hizo maldición para librarnos de las maldiciones y llenarnos de bendiciones. Se hizo pecador y pobre para...
Salvación para judíos y para gentiles de toda lengua
Por la entrañable misericordia de Dios, nos visita Jesús para guiar nuestros pasos por el camino de la salvación. Alguien le pregunta a Jesús: «Señor, ¿serán pocos los que se salven?». La pregunta sugiere que al que la hace le preocupa la salvación. Es posible, sin...
Fuego consumidor y Espíritu alentador
Prender fuego en el mundo forma parte de la misión de Jesús. Y, ¡cómo quisiera él que el fuego estuviera ya ardiendo! Indudablemente, el deseo apasionado y angustioso de Jesús se va realizando. De hecho, «una nube ingente de testigos nos rodea». Son testigos de...
Confianza inquebrantable y sin reservas
Jesús nos asegura que Dios tiene confianza en nosotros. Confiamos porque Dios confía en nosotros primero. Mejor que ningún otro profeta, encarna Jesús la invitación divina a que tengamos confianza. Es que las palabras del Maestro explican en términos sencillos que...
Rico y precioso a los ojos de Dios
Sin rastro alguno de codicia, Jesús es el hombre más rico ante Dios. Rehúsa intervenir Jesús en un litigio de herencia. Quizás no le gusta hacer algo que se pueda malinterpretar como suavidad con los que son muy amigos del dinero. Pero lo cierto es que a...
Oración audaz y desvergonzada de fe
Jesús es «hombre de grandísima oración» (SV.ES IX:380). Él es la única razón de nuestros esfuerzos por hacernos hombres y mujeres de oración. «Cristo está siempre en oración en la presencia del Padre». Su buen ejemplo provoca a uno de los discípulos a pedir: ...
Místico de la caridad apremiante de Cristo
Jesús es el Dueño de la mies. Trabajar con él quiere decir ser místico de la caridad. Se supone, en primer lugar, que un místico de la caridad es como Abrahán o Marta. Ambos aprovechan los momentos de gracia. Abrahán les abre su tienda a caminantes tan desconocidos...
Plenitud por excelencia e inigualable
En Jesús reside toda la plenitud; participan seguramente de su plenitud los que practican la misericordia. «¿Y quién es mi prójimo?» Así pregunta un maestro de la ley que quiere justificarse. Es, además, un letrado de ésos a quienes les gusta poner a prueba a...
Discípulos hasta el fin amargo
Jesús es el Maestro bueno. Nos invita a ser sus discípulos. Toma Jesús la decisión de ir con sus discípulos a Jerusalén. Allí padecerá mucho y morirá en la cruz. No retrocede él ante el espectro de una muerte violenta. Ni mucho menos lo detiene la inhospitalidad de...
Oculta aún está la identidad mesiánica de Jesús
Jesús es el Mesías de Dios. Su condición de Mesías permanece oculta, sin embargo, a las personas sin compasión. Da marcha atrás Jesús y oculta de nuevo su identidad mesiánica tan pronto que la descubre mediante la confesión de fe de Pedro. El Maestro prohíbe...