“José Hizo como el Ángel del Señor le había mandado”
Jr 23, 5-8; Sal 71; Mt 1, 18-24.
María y José escriben una historia de amor única e irrepetible porque ambos se fían de Dios. José era un hombre que siempre sabía escuchar la voz de Dios, era profundamente sensible a su secreta voluntad, un hombre atento a los mensajes que le llegaban desde lo más profundo del corazón.
Este evangelio nos muestra toda la grandeza de ánimo de José. Él estaba siguiendo un buen proyecto de vida, pero Dios reservaba para él otro plan, una misión más grande.
La familia de hoy es como un cristal que muchos intentan romperlo. Ideologías de poder, políticas gubernamentales, movimientos sociales, todos ellos buscan caminos para destruir la unidad familiar y la misma identidad de la persona de hombre-mujer. La Sociedad sigue inventando sustitutos de familia.
Y entre los defensores de la familia, está la Iglesia católica, estás tú y estamos los que hemos creído en ella. Estamos convencidos del proyecto de Dios: Hombre y mujer los creo… y les dijo: crezcan y multiplíquense… (Gen 1, 27).
Oración: Señor Jesús bendice nuestras familias y dales la gracia de formar a los hijos y acompañarlos como José y María lo hicieron con Jesús.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: María Elena Camacho, de la Sociedad de San Vicente de Paúl
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