“¿El bautismo de Juan venía del cielo o de la tierra?”
Num 24, 2-7.15-17; Sal 24; Mt 21, 23-27.
Con la pregunta a Jesús: ¿Con qué autoridad hacéis estas cosas? Quieren tender «una trampa» al Señor, tratando de llevarlo contra la pared, hacer que se equivoque.
Pero ¿cuál es el problema que esta gente tenía con Jesús? No son los milagros, en realidad, lo que les escandaliza es escuchar a los mismos demonios que decían de Jesús: «¡Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Santo!». Eso les escandaliza de Jesús: ser llamado Hijo de Dios por los mismos demonios. Sí, Jesús es el Dios que se ha encarnado.
Hay verdades del evangelio y acciones coherentes de muchos cristianos que a la gente sin fe y sin aceptar a Jesús les escandaliza. A veces escuchamos afirmación de gente que nos dice de no ir a la misión porque es peligros, no llevar comida a los indigentes y migrantes, pueden ser peligrosos…
Incluso en ocasiones nos dirán que no exageremos y seamos más “normales”, más “razonables” no tan exigentes… Cuando dices: “Que sirviendo al pobre sirves a Jesucristo” encontrarás gente que te tacharán de inocente, ignorante, ingenuo…
Señor Jesús, Ayúdame a escucharte y a sentir tu presencia, para saber corresponder con mi vida a tanto amor que Tú me das.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: María Elena Camacho, de la Sociedad de San Vicente de Paúl
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