A finales de agosto, me uní a Jim Claffey (Congregación de la Misión) y MaryAnn Dantuono (AIC- Damas de la Caridad), dos colegas de la Familia Vicenciana y de la Junta Ejecutiva del Grupo de Trabajo para Acabar con la Falta de Vivienda (WGEH), en una visita a la Misión con el Embajador Krzysztof Szczerski (Embajador de Polonia, Representante Permanente) y Malgorzata Benson (Segunda Secretaria y que no aparece en la foto).
El tema central de nuestra reunión fue la erradicación de la falta de vivienda (tarea nada fácil). El mes pasado, en nuestro boletín, planteé el reto de mantener la esperanza en esta labor de abogacía. En este encuentro con la Misión polaca, la esperanza estaba viva. El embajador Szczerski ofreció estrategias prácticas para que nuestro Grupo de Trabajo sobre los Sin Techo logre que los Estados miembros aboguen por la recopilación de datos sobre los sin techo y por su inclusión en los marcos y agendas actuales y futuros de la ONU.
Lo que más me sorprendió fue la honestidad de la Misión polaca. Comparten un compromiso genuino para acabar con la pobreza, y con el Embajador, en funciones clave este año como Vicepresidente de ECOSOC y Presidente de CSocD63, podemos tener la esperanza de haber encontrado otro socio en nuestra abogacía. Durante 45 minutos, tuvimos la sensación de mantener una conversación de colaboración en la que nuestros objetivos y esperanzas coincidían.
En la otra cara de la moneda, hace poco asistí a una reunión privada con el Presidente del Consejo de Seguridad, el Embajador de Eslovenia, Samuel Zbogar. El Embajador ofreció una visión del próximo orden del día del Consejo de Seguridad, reconociendo los muchos retos (y frustraciones) que existen debido a la estructura actual del Consejo (por ejemplo, el poder de veto de 5 Estados miembros) y las realidades de las alarmantes cifras de conflictos armados, personas desplazadas y violaciones de los derechos humanos. Yo formaba parte de una pequeña coalición que representaba los intereses de Haití desde un subgrupo de la Coalición por la Justicia de los Religiosos (JCoR).
Cuando mi colega planteó su pregunta sobre Haití, expresando preocupaciones urgentes en nombre del pueblo haitiano, la respuesta fue poco alentadora. La respuesta improvisada no estuvo a la altura de lo que esperábamos y, al salir de la sede de la ONU, nos sentimos desanimados pero comprometidos a encontrar todas las oportunidades para defender a los ciudadanos haitianos que siguen sufriendo violencia extrema, pobreza y persecución. Nos fuimos recordando que debemos seguir defendiendo y siendo la voz de aquellos a quienes representamos en estas mesas de alto nivel.
Jimmy Walters,
Representante ante la ONU de la Federación de Hermanas de la Caridad.
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