Fundación Vicentina Luisa de Marillac (Cali, Colombia): Un Legado de Compromiso y Servicio #famvin2024

por | Sep 24, 2024 | Familia Vicenciana, Famvin 2024, Formación | 0 comentarios

La Fundación Vicentina Luisa de Marillac, institución sin ánimo de lucro con una profunda vocación humanitaria y cristiana, ha sido un pilar fundamental en la asistencia y promoción integral de las personas más vulnerables, especialmente los ancianos pobres, en Colombia. Su historia, que se remonta a la primera mitad del siglo XX, está impregnada del carisma vicentino y refleja los valores y enseñanzas de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Este artículo explora la rica historia de la Fundación, su evolución y los principios que la guían en su misión de servir a los más necesitados.

Orígenes y Fundación

La Fundación Vicentina Luisa de Marillac tiene sus raíces en Francia, donde la «obra de la venerable Luisa de Marillac» se unió a la familia de las Damas de la Caridad el 29 de noviembre de 1909, en la Parroquia de San Nicolás de Chardonnet, París. Este movimiento, aprobado por el Arzobispo de París, Monseñor Amette, y promovido por el P. Villette, C.M., marcó el inicio de una misión que eventualmente se expandiría a nivel internacional, llegando a Colombia en 1933.

En Colombia, la institución comenzó oficialmente el 2 de enero de 1933 en la Casa Provincial de las Hijas de la Caridad en Cali, bajo el nombre de «Asociación Luisas de Marillac». Fundada por Sor María Luisa Courbin y el Padre Juan Luis Bozec, ambos vicentinos franceses, la asociación inicial contaba con 23 socias y se dedicaba al servicio de los pobres, especialmente los ancianos, proporcionándoles ayuda en diversas áreas como alimentación, salud y acompañamiento espiritual.

Evolución y Expansión

Con el tiempo, la Asociación Luisas de Marillac fue creciendo, tanto en número de miembros como en su influencia dentro de la comunidad. En 1941, la asociación obtuvo su personería jurídica, lo que le permitió establecer una presencia más formal y extendida en Colombia. A medida que la organización crecía, también lo hacía su alcance, estableciendo hogares para ancianos en varias ciudades del país, incluyendo Bogotá, Ibagué y Popayán.

En 1971, se celebró el primer Congreso Nacional en Cali, marcando el inicio de una nueva era de coordinación y expansión a nivel nacional. Durante el III Congreso Nacional en 1978, realizado en Pereira, la asociación adoptó el nombre de «Voluntariado Juvenil Vicentino (VOLJUVI)», eflejando su deseo de involucrar a más jóvenes en su misión. Sin embargo, en 1992, el grupo de Cali decidió recuperar su identidad original, cambiando su nombre a «Voluntariado Vicentino Luisa de Marillac».

Transformación en Fundación

La década de 1990 marcó una nueva fase de desarrollo para la organización. En 1996, por iniciativa de la Presidencia de la República, la asociación se transformó en la «Fundación Vicentina Luisa de Marillac», lo que le permitió establecer contratos con el Estado y ampliar su capacidad para mejorar las condiciones de vida de los ancianos en situaciones de pobreza.

La Fundación ha jugado un papel crucial en la atención integral de los ancianos, promoviendo no solo su bienestar físico, sino también su desarrollo espiritual y social. Con una mirada humanística y criterios cristianos, la Fundación busca que las personas a su cuidado disfruten plena y libremente de sus derechos humanos, con autonomía y participación activa en un ambiente de hogar.

Principios y Valores

El compromiso de la Fundación Vicentina Luisa de Marillac con los ancianos pobres se basa en una serie de principios y valores que guían su trabajo. Estos incluyen el amor a Dios y al prójimo, la humildad, la sencillez y la caridad, siguiendo el ejemplo de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. La Fundación tiene un carácter eclesial, reflejado en su sentido de pertenencia a la Iglesia católica y su respeto por la jerarquía eclesiástica.

La vocación laical de los miembros de la Fundación se manifiesta en su compromiso con el discipulado misionero, asumiendo un rol de vanguardia en la Iglesia, influyendo tanto en la familia como en la sociedad. Este compromiso se traduce en acciones concretas para transformar las condiciones de vida de los pobres y promover su dignidad como hijos de Dios.

Misión y Objetivos

La misión central de la Fundación Vicentina Luisa de Marillac es proporcionar albergue y promover la rehabilitación integral de los ancianos pobres, asegurando que vivan en un ambiente que les permita disfrutar de una vida digna y plena. Este objetivo se alcanza a través de un enfoque interdisciplinario que combina la atención material con la evangelización y el acompañamiento espiritual.

Entre los fines específicos de la Fundación se encuentran:

  1. Santificación de sus miembros: Promover la identificación con Jesucristo a través del testimonio de amor a Él en la persona de los pobres.
  2. Servicio y evangelización de los ancianos: Responder a sus necesidades más elementales y promover su desarrollo integral.
  3. Cambio social: Contribuir al cambio de las estructuras sociales injustas para el desarrollo integral de los pobres.

Criterios de Acción

La Fundación opera bajo una serie de criterios que aseguran la efectividad y coherencia de su misión:

  • Formación integral: Asegurar que sus miembros reciban una formación completa en aspectos humanos, técnicos, espirituales, comunitarios y apostólicos.
  • Autenticidad y alegría: Fomentar una verdadera amistad entre sus miembros y una actitud de alegría que se refleje en sus familias y en sus labores apostólicas.
  • Testimonio de vida: Dar ejemplo de vida cristiana para inspirar a otros a unirse a la misión de la Fundación.
  • Colaboración con la comunidad: Involucrar a la comunidad y a las autoridades locales en la atención a los ancianos.
  • Vinculación con otros organismos: Coordinar esfuerzos con organizaciones que compartan su interés en mejorar la vida de los ancianos.
  • Promoción de la educación geronto-geriátrica: Difundir conocimientos sobre el cuidado de los ancianos, comenzando por las familias.

Espiritualidad y Apostolado

La espiritualidad de la Fundación está profundamente arraigada en el evangelio y en la tradición vicentina. Los miembros alimentan su relación con Cristo a través de la oración diaria, la lectura de las Escrituras, la participación en la misa dominical y la recepción regular de los sacramentos. Además, cultivan una devoción especial a la Virgen María, bajo la advocación de la Medalla Milagrosa, y a los santos de la Familia Vicentina.

El servicio apostólico de la Fundación se centra en la atención integral a los ancianos, procurando que se sientan parte de la comunidad y disfruten de un buen nivel de calidad de vida. Este servicio no se limita a las necesidades materiales, sino que incluye la evangelización como un componente esencial, ayudando a los ancianos a realizarse como hijos de Dios y liberarse de las injusticias que los oprimen.

Impacto y Proyección

A lo largo de sus más de 90 años de historia, la Fundación Vicentina Luisa de Marillac ha dejado una huella imborrable en la vida de miles de ancianos en Colombia. Su impacto se ha extendido más allá de los hogares que administra, influyendo en la sociedad colombiana al promover una cultura de respeto y cuidado por los ancianos.

La Fundación ha demostrado ser una organización dinámica, capaz de adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad sin perder de vista su misión original. Su compromiso con la promoción de los derechos humanos y la dignidad de los pobres continúa siendo una luz de esperanza para aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.

Conclusión

La Fundación Vicentina Luisa de Marillac es un ejemplo vivo de cómo la fe y el compromiso social pueden combinarse para generar un impacto positivo en la vida de los más necesitados. A través de su dedicación a los ancianos pobres, la Fundación no solo les proporciona los cuidados necesarios para vivir dignamente, sino que también les ofrece la esperanza y el acompañamiento espiritual que les permiten encontrar sentido y propósito en sus vidas.

Este legado de servicio y amor al prójimo sigue vivo en cada uno de los miembros de la Fundación, quienes, inspirados por el carisma vicentino, continúan trabajando incansablemente para transformar la sociedad y construir un mundo más justo y solidario. La historia de la Fundación Vicentina Luisa de Marillac es prueba de que, con fe y determinación, es posible cambiar el mundo, un acto de amor a la vez.

Contacto:


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Etiquetas: famvin2024_ramas

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