Sor Grace Hartzog, SC, de las Hermanas de la Caridad de Seton Hill, Directora Ejecutiva de la Federación de Hermanas de la Caridad, nos cuenta la historia de su congregación y luego comparte sus expectativas respecto del futuro de la Familia Vicenciana.

Con ella, continuamos una serie de entrevistas en vídeo titulada «El corazón de un líder», que nos acompañará hasta el encuentro de noviembre de 2024.

Regístrese al encuentro de Noviembre en Roma en https://famvin.org/es/famvin-2024

Transcripción:

Sor Grace, ¿podría presentarse, por favor?
Soy la hermana Grace, y soy una Hermana de la Caridad de Seton Hill, congregación que fue fundada por santa Isabel Ana Seton, la primera santa estadounidense. Isabel Seton fundó varias comunidades, y cuando necesitó crear una Regla, tomó la Regla de san Vicente de Paúl. Así que he sido vicenciana toda mi vida, como Hermana de la Caridad.

¿Por qué es importante el trabajo conjunto como Familia Vicenciana?
Es muy importante porque tenemos un preámbulo que dice que colaboramos y trabajamos juntos porque podemos hacerlo mucho mejor si estamos juntos que si estamos solos. Y eso ha sido parte de mi vida, y lo veo aún más patente e importante a medida que afrontamos juntos el futuro.

Sor Grace, ¿cuáles son la esperanza y el desafío de cara al futuro de la Familia Vicenciana?
La esperanza es que juntos tengamos más oportunidades en el ministerio para con los pobres, y que nos reunamos para compartirlas. Cuando nos reunimos en 2020, los líderes y demás miembros de las ramas de la Familia, experimentamos mucha alegría, bendiciones y momentos llenos de gracia, con una gran esperanza para el futuro. Tengo la esperanza de que no sólo nos volvamos a reunir, sino que también sigamos trabajando juntos en favor de los pobres y marginados, no sólo en mi país, Estados Unidos. Ahora que formo parte de la junta del Comité Ejecutivo, represento a 14 congregaciones de Norteamérica, hermanas de Estados Unidos y Canadá. Juntas colaboramos con la familia mundial de Vicente, lo cual me llena de esperanza y alegría.

Muchas gracias.