“¿Con qué autoridad haces estas cosas?”
Jds 17, 20-25; Sal 62; Mc 11, 27-33.
Hablar de autoridad en el siglo XXI parece un gran reto. Algunos adultos recordarán como era la autoridad de los padres de familia, los maestros, sacerdotes y gobernantes. Incluso hasta con la mirada los padres de familia comunicaban a sus hijos lo que debían hacer.
Hoy en día no nos gusta la autoridad, algunos hijos se atreven a refutar la autoridad de sus padres. Me viene a la mente aquel cartón de Mafalda discutiendo con su madre: La madre le dice: –¡Obedece porque soy tu madre! Mafalda le contesta: –¡Y yo tu hija, y nos graduamos el mismo día!
En el Evangelio se cuestiona la autoridad de Jesús. Al parecer el Nazareno tiene prestigio, su autoridad no es delegada, por el contrario, su autoridad se la da su estilo de vida, que es transparente y coherente con su predicación. La confrontación con ancianos y escribas demuestra realmente que la autoridad debe ser asumida desde lo que se dice.
Aprendamos que la autoridad no viene de lo que se dice, sino de lo que se enseña con el ejemplo. Pidamos a Dios la coherencia de predicar con nuestros actos lo que pensamos en el corazón.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: José Alfredo Delgadillo Padilla C.M.
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