«¿PERO Y VOSOTROS? —PREGUNTÓ— ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY?»

MATEO 16,15

Hay una hermosa historia de los Evangelios en la que Jesús plantea preguntas a sus discípulos. «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos dicen muchas cosas, como Juan el Bautista, Elías, etc. Pero Jesús persiste y dice: «Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Y es Pedro quien le responde: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios». En términos humanos normales y corrientes. Esta es una receta para un conocimiento más profundo de Dios. Al decirle a Jesús quién es Jesús, Pedro le está diciendo a Jesús y asumiendo quién es él como uno de sus discípulos. Eso puede ocurrirnos a nosotros. Cuanto más le decimos a Jesús quién es, más descubrimos quiénes somos a su imagen.

Hay una famosa imagen cristiana llamada Cristo a la Puerta del Corazón. La imagen representa a Jesús de pie ante una gran puerta de madera llamando. La puerta, sin embargo, no tiene picaporte y no puede ser abierta por Él. Sólo nosotros podemos abrirla, y es nuestra responsabilidad mantenerla abierta.

La imagen acompaña a la siguiente cita de Apocalipsis 3,20: «¡Aquí estoy! Estoy a la puerta y llamo. Si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré y comeré con él, y él conmigo». Esta imagen debe hacerse realidad cada día por nosotros. La gente llamará a nuestra puerta. Podemos esperarlo o no, pero nosotros decidimos si abrimos la puerta o la mantenemos cerrada.

Quizás cuando Pedro fue preguntado por Jesús «¿quién dices que soy yo?», antes de hablar estaba pensando en el impacto de Jesús en su vida. Tal vez pensó: «Eres lo mejor que me ha pasado. Sé que me levantas cuando estoy deprimido. Sé que desde que entraste en mi vida, no he vuelto a ser el mismo. Ahora tengo un lugar adonde ir. Sé que he cambiado porque tú estás aquí». Si estamos abiertos a que Él trabaje a través de nosotros en nuestras vidas, tal vez estemos abiertos a otros que más nos necesitan y tal vez ellos abran la puerta a algo más grande en sus vidas. ¿Qué tal si tú mismo respondes a esta pregunta? ¿Quién dices que soy? ¿Quién llama a mi puerta?

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

•  Si pudieras describirte en 5 palabras, ¿cuáles serían?
• ¿Quién dicen los demás que eres?

De: Firewood for the soul, vol. 1, A Reflexion Book for the Whole Vincentian Family
Sociedad San Vicente de Paúl, Queensland, Australia.
Texto de: Samantha Hill.