Jesús es Jefe y Salvador, Señor y Mesías. Mas no domina a nadie; sirve él y es el Buen Pastor que da su vida por las ovejas.
Un jefe entre los de Jesús no ha de serlo del mismo modo que los jefes entre los gentiles. Los últimos tiranizan a la gente. El primero, en cambio, ha de ser esclavo de todos y actuar al igual que el Señor.
Y este Señor no busca que le sirvan los demás, sino servir y dar su vida por todos. En otras palabras, él es el Buen Pastor que da la vida por las ovejas.
Como el Buen Pastor, cumple él las palabras que ha hablado Dios por Ezequiel. Pues, sí, Jesús es el pastor que busca a las ovejas perdidas y las hace volver al redil. Las venda él también a las heridas y hace fuertes a las débiles y les hace justicia.
Y él no es de los que se huyen y abandonan a las ovejas en momentos de peligro. No, no sirven para impedirle las amenazas de los líderes que no quieren que haya cambio para proteger sus intereses. Es decir, no por ellas deja él de hacer mejor la vida de los pobres. De los pecadores, de los que están en las periferias.
De verdad, tanto busca él el bien de ellos, tanto los ama. No es, pues, un asalariado. Es que no busca él el propio bien, sino el de los demás. Y por amarlos, entregará su cuerpo y derramará su sangre. Morirá cual ellos, víctima de injusticia, pobre, excluido, rechazado, sufriendo fuera de la ciudad.
Y hemos de salir todos, sobre todo un jefe entre nosotros, a conocerlo allá fuera. Y a conocer su voz. A saborear su amor y el del Padre, para que él y nosotros seamos uno como el Padre y él son uno. Y a aprender además de él a acoger a los que no son de nuestro grupo.
Señor Jesús, guárdanos del lobo que devora y del mercenario que huye. Y haz que escuchemos siempre tu voz de Buen Pastor, Jefe y Salvador, Señor y Mesías. No nos dejes tener la pasión de parecer superiores (SV.ES XI:238).
21 Abril 2024
4º Domingo de Pascua (B)
Hech 4, 8-12; 1 Jn 3, 1-2; Jn 10, 11-18
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