Es muy edificante y sorprendente saber que hay personas en todo el mundo que celebran la NAVIDAD con gran alegría y austeridad, entre otros los peregrinos del CAMINO DE SANTIAGO.
Este año, en el “Albergue Espíritu Santo”, en Carrión de los Condes (España), las Hijas de la Caridad hemos compartido con peregrinos de Bélgica, Corea del Sur, Francia, Suecia, Italia y España la Noche Santa del 24 de diciembre. Ha sido un regalo muy especial. El peregrino interroga nuestra forma de vivir, con frecuencia demasiado instalada y acomodada. Ellos, itinerantes y bien despiertos, caminan con lo justo, se conforman con lo necesario para poder avanzar y luego descansar, son personas abiertas al idioma y forma de pensar del otro, a su cultura, mostrando respeto y aprecio a lo diferente. Una nota universal congrega y une a todos los peregrinos del mundo: la música. Destacamos que, en general, los coreanos participan muy activamente en el momento de la oración, a media tarde, con sus moduladas y finas voces.
El pueblo de Carrión agradece el paso de tantos peregrinos, los valores que traen en su persona: búsqueda, apertura, participación, respeto, agradecimiento. Aprecian mucho el que comparten la Fe, participando en las Eucaristías, esta noche en la Misa de Gallo.
Las Hermanas aprovechamos su paso para ofrecerles la Medalla Milagrosa, tanto en Rabé de las Calzadas como aquí en Carrión, y ellos la reciben con mucha fe y agradecimiento. Lo constatamos cuando nos escriben desde sus países comentándonos que la siguen portando como algo valiosísimo o cuando, después de algunos años, regresan y nos las muestran colgadas de su cuello o en sus carteras.
Pensamos que “EL CAMINO” es una llamada que el Señor nos hace hoy a la Compañía, en definitiva a la FAMILIA VICENCIANA. Tenemos una gran riqueza entre las manos, esa internacionalidad de la que nos habla Sor Françoise Petit en sus cartas, podemos hacerla realidad en medio de nuestras limitaciones. Esto nos llevaría a “ser una Iglesia en salida”, como nos está pidiendo el Papa Francisco. Es sencillo: se trataría de apoyar temporalmente esta dimensión de la nueva evangelización: una semana, una quincena, lo que cada una pueda… para llevar la BUENA NUEVA a estas personas del mundo entero que están en un CAMINO de BUSQUEDA.
El camino de Santiago, “Los Peregrinos”, nos muestran una tierra bien dispuesta y un corazón abierto ya a Dios, a su Palabra. ¿Por qué no abonar el CAMINO de los que ya han abierto su corazón a la FE, al MISTERIO, al INFINITO…?
Muchas gracias a los 10.000 peregrinos que, este año, habéis pernoctado en el Albergue Espíritu Santo.
0 comentarios