“El mandamiento principal amar es cumplir la ley entera”
Rut 1, 3-22; Sal 145; Mt 22, 34-40.
La novedad de la respuesta de Cristo estriba en dos puntos:
Primero: define el amor a Dios y a el hermano como el centro y esencia de la ley del Señor, algo olvidado por los maestros judíos.
Segundo: Jesús se centra en un principio en unificar dos mandamientos que los especialistas de la ley judía entendían y explicaban como diferentes. En el seguimiento de Cristo es fundamentalmente amar y encontrarse con Dios en el amor a través de la fraternidad con nuestros semejantes.
El amor es lo primero y lo más grande. “Vale más que todos los holocaustos y sacrificios” mostremos el cristianismo como religión del sí positivo y abierto a la vida y la fraternidad, rompiendo el cerco del egoísmo, incompatible con la celebración del amor de Dios por Cristo en la eucaristía y demás sacramentos de la vida cristiana.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Eugenio Lozano Cervantes, laico de la Familia Vicentina de Guadalajara.
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