La pregunta “Mary did you know” [«María, ¿lo sabías?»] data de 1984. Mark Lowry escribió la letra de «Mary, Did You Know?», canción se convirtió en un clásico navideño moderno.

Para mí, la letra plantea preguntas que no sabía que quería hacerle a María.

En este momento te invito a que reflexiones sobre las preguntas, añade las tuyas propias y, por último, pienses en lo que podríamos aprender de ellas.

La letra pregunta…

María, ¿lo sabías?

María, ¿sabías que tu hijo caminará un día sobre las aguas?
María, ¿sabías que tu hijo salvará a nuestros hijos e hijas?
¿Sabías que tu niño ha venido a hacerte nueva?
Este niño que has traído al mundo, pronto hará que tú seas nueva.

María, ¿sabías que tu niño dará la vista al ciego?
María, ¿sabías que tu niño calmará la tempestad con su mano?
¿Sabías que tu hijito ha caminado por donde pisaron los ángeles?
Y cuando besas a tu hijito, besas el rostro de Dios.

Estas preguntas me hicieron pensar y preguntar.

Preguntas que nunca pensé hacer

¿Cuándo supo que había sido concebida sin pecado?

Dudo que tuviera conciencia de su Inmaculada Concepción en el momento en que fue concebida. Dudo que Joaquín y Ana fueran conscientes de este maravilloso privilegio en aquel momento.

Entonces, ¿cuándo y cómo tuvo María conciencia de su Inmaculada Concepción? ¿Fue durante su vida? ¿O sólo en el momento de su Asunción al cielo?

¿Qué esperaba María mientras estaba embarazada?

Podemos hacer algunas conjeturas bien fundadas sobre lo que María esperaba.

Probablemente Joaquín y Ana le enseñaron a rezar por el tan esperado Salvador. Un rey que diera la vuelta a la tortilla y les rescatara.

Pero ni ella ni sus padres pensaron que ese Salvador estaría en un pesebre y acabaría en una cruz.

Nunca pensaron que su reino sería distinto de los reinos del mundo que conocían, con unos en la cima y otros oprimidos.

Nunca pensaron en un reino en el que no sólo todos serían iguales, sino que cada uno sería servidor del otro.

Toda una vida reflexionando sobre todas estas cosas… y más

A menudo no nos damos cuenta de que, al igual que Jesús, ella también tuvo toda una vida de crecimiento en sabiduría, edad y gracia. «Reflexionaba sobre todas estas cosas en su corazón».

La suya es una historia sobre el proceso de pasar del «¿Cómo puede ser esto?» al «¡Que sea!».

Su asunción del cielo nos ofrece una gran esperanza.

A la luz de estas preguntas, la fiesta de la Asunción nos ofrece una gran esperanza.

¿Quién de nosotros no tiene cosas a las que ahora no encuentra sentido?

Una de las muchas lecciones de esta fiesta es que todas las cosas que ahora no podemos comprender, un día nos serán claras. Ella nos enseña a confiar en que un día todos comprenderemos las cosas que no podemos entender… e incluso de las que nos quejamos.

¡Bendita la que ha creído!

«María es modelo de virtud y de fe. Al contemplar su Asunción al Cielo, cumplimiento final de su camino terrenal, le damos gracias porque siempre nos precede en la peregrinación de la vida y de la fe. Ella es la primera Discípula.

Y le pedimos que nos guarde y nos sostenga; que tengamos una fe fuerte, alegre y misericordiosa; que nos ayude a ser santos, para encontrarnos con ella, un día, en el Cielo» (Papa Francisco)

¡María POR FIN sabe las respuestas!

Por ahora, intentemos pasar del «¿Cómo puede ser?» al «¡Que sea!».

Publicado originalmente en Vincentian Mindwalk