“Mujer, qué grande es tu fe“
Is 56, 1-7; Sal 66; Mt 15, 21-28.
El mensaje bíblico y teológico de la escena bíblica de hoy es la fe como condición para acceder a favor de Dios. Porque la cuestión de fondo que aquí se plantea es el universalismo de la salvación. La pertenencia a Cristo y al nuevo pueblo de Dios, viene a decir el pasaje de hoy, no se basa en la sangre ni en la raza, la nación o la cultura, el sexo o la situación social, si no que la única condición requerida y que no resulta discriminante para nadie es la fe en Cristo resucitado, hijo de Dios y salvador del hombre.
Cristo nunca rechazó la fe donde quiera que la encontraba lo mismo en este caso que en otro de sanación a distancia: el del centurión romano de Cafarnaúm.
Cuando éste le pedía una sola palabra para curar a su criado moribundo, Jesús encarece también su fe diciendo “Os seguro que en Israel, no he encontrado en nadie tanta fe”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Eugenio Lozano Cervantes, laico de la Familia Vicentina de Guadalajara.
0 comentarios