A menudo queremos sortear los problemas y retos de la vida en lugar de afrontarlos. Ojalá pudiéramos saltar del principio al final sin pasar por el medio. Pero los retos pueden ser oportunidades para crecer.
Pienso en la fiesta de San José. Como hijo que soy de un inmigrante carpintero alemán itinerante que murió casi en esta fecha hace 50 años, me centro en los retos de José.
Acompáñenme para comprender lo que podemos aprender de San José y de los retos a los que se enfrentó.
Unas palabras sobre los retos
Un motor de búsqueda me llevó a un artículo sin firma sobre cómo hacer frente a los desafíos: Be Here and Now (Estar aquí y ahora).
Tres de las estrategias de afrontamiento me llamaron la atención:
- Acepta tu vida tal y como es y no como deseas que sea.
- Acepta el éxito y el fracaso como parte del viaje de la vida.
- Cuida tus relaciones afectivas.
Algunos de los retos de san José
San José, un sencillo carpintero, se enfrentó a una serie de retos importantes a lo largo de su vida con María y Jesús.
El desafío de la fe
Uno de los retos más importantes que afrontó fue el reto de la fe. Cuando supo que María estaba embarazada, tuvo que tomar una difícil decisión.
Podía haberla acusado públicamente de adulterio y haberla apedreado hasta la muerte, como era costumbre en la época. Otra posibilidad era divorciarse discretamente, lo que le habría salvado la vida, pero habría provocado la vergüenza y el escándalo para ella y su familia.
En cambio, san José eligió una tercera opción.
Escuchó al ángel que se le apareció en sueños y aceptó el plan de Dios para su vida y la de su familia. Dejó a un lado sus dudas y temores y abrazó su papel de padre terrenal de su hijo.
El reto de la protección
A san José se le confió la protección de María y Jesús. Se enfrentaron a los peligros e incertidumbres de su tiempo.
Para protegerlos, tuvo que huir con ellos a Egipto cuando el rey Herodes ordenó la matanza de los inocentes. Tuvo que garantizar su seguridad y bienestar en tierra extranjera. Más tarde, tuvo que traerlos de vuelta a Nazaret y mantenerlos trabajando como carpintero. Ser carpintero requería esfuerzo y dedicación.
¿Qué le preparó para este reto?
El reto de la paternidad
¿Cómo criar y guiar a un hijo que era a la vez humano y divino?
Me pregunto cuándo tomó conciencia más profunda de que Jesús era la «Palabra hecha carne». Cuando Jesús se quedó en el templo de Jerusalén, estaba claro que aún no comprendían tantas cosas.
La Escritura nos dice que «Jesús crecía en sabiduría, edad y gracia» Me pregunto cómo se enseña al «Verbo hecho carne» a crecer como hombre. José sólo conocía las expectativas corrientes de los hombres en Palestina.
Sospecho que hubo muchos momentos mientras crecía cuando Jesús en los que José se preguntaba si estaba haciendo las cosas bien.
Sin embargo, creo que a pesar de todo, José cuidó su relación de amor con María… Jesús… y su Dios.
¿Qué podemos aprender de José?
Su prueba de fe nos enseña la importancia de confiar en el plan de Dios, incluso cuando no es fácil o claro de entender.
El reto de la protección nos enseña la importancia de cuidar y proteger a las personas vulnerables. Como san José, podemos ser llamados a cuidar de quienes están en peligro o necesitan nuestra ayuda. Esto puede implicar sacrificios o riesgos, pero es crucial para nuestra llamada a amar y servir a los demás.
En general, los retos a los que se enfrentó san José nos recuerdan las dificultades e incertidumbres que puede conllevar una vida de fe y obediencia.
San José camina con nosotros en nuestros retos
- ¿Cuáles son los retos a los que te enfrentas?
- ¿En qué puede inspirarte san José?
Publicado originalmente en Vincentian Mindwalk
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