La vida es el milagro perfecto de la naturaleza. La vida es un don de Dios.
La vida en abundancia está determinada por conocer más lo que es la Luz y la verdad que encarna Cristo. Tambien por poseer una perspectiva de vida eterna. Y aún más por tener una actitud de agradecimiento constante y de corazón.
La ingratitud es una actitud de soberbia y autosuficiencia, falta a la caridad y al amor.
El que no agradece a Dios por los beneficios recibidos, no conoce la misericordia de Dios y está lejos del Reino.
Quien no agradece a sus hermanos los favores y las orientaciones recibidas, no ama; Dios no está en él porque Dios es amor.
Hace ciento seis años que Dios envió a un misionero a esta «Ciudad de las Colinas» (así llamaban a Boaco), Olama era el área plana, donde convergen los diferentes barrios que para llegar a ellos, hay que bajar. El horizonte de los cuatro puntos cardinales son de mayores colinas. En cada uno de los puntos pareciera que se une la tierra con el cielo. Pero son horizontes como las utopías, al acercarnos a ellos se prolongan más allá.
Este misionero con vocación de santidad, abrió sus brazos hacia Dios y consagró esta tierra, y a sus habitantes los fue convirtiendo en ofrendas permanentes.
Era el mensajero de la Luz y De la Verdad y fortalecido por la Gracia que da el Espíritu, nos condujo por el camino de la redención, y nos hizo discípulos del Maestro que lo envío a él. Jesús.
Solo con ver su humildad y sencillez, el padre José ya predicaba el Evangelio que vivifica, que alegra y que da paz a las almas.
Nos enseñó que el descubrir nuestras necesidades y emprender acciones, era descubrir y disfrutar de la verdadera libertad y dignidad humana.
¿Cuántas cosas hicimos bajo su guía de sacerdote, profeta y rey?
¿Cuánto hizo desarrollar en nosotros la constancia que todo lo vence?
¿Cuánto hizo desarrollar la voluntad de nuestro espíritu para lanzarnos a la conquista de un Boaco más digno de vivirse? Es entonces justo y necesario agradecer eternamente a quien nos hizo dignos de un Dios que nos amó desde ante que naciéramos.
Boaco, 10 de noviembre de 2022.
Comité Pro Padre José Siervo de Dios.
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