Ozanam y su admiración por los poetas franciscanos

por Renato Lima de Oliveira | Abr 4, 2023 | Formación, Renato Lima | 0 comentarios

La fascinación de Antonio-Federico Ozanam por los ideales franciscanos tuvo su apogeo literario cuando publicó, en 1852, el libro LOS POETAS FRANCISCANOS DE ITALIA EN EL SIGLO XIII. Ozanam siempre fue muy devoto de San Francisco de Asís, porque admiraba el estilo de pobreza del santo y cómo él se dedicaba a los pobres. Identificó muchas similitudes entre la práctica vicentina y el carisma franciscano, dada su cercanía a los pobres, encarnando este ideal en su vida cotidiana.

Tengo aquí una edición de 1949, en español, con siete capítulos repartidos en 172 páginas, impresa por la Colección Austral de Buenos Aires (Argentina). Aunque Ozanam escribió el libro en 1852, sólo fue publicado tras su muerte por su viuda Amelia Soulacroix. Para escribir el libro, Ozanam relata que visitó Asís, Padua y Florencia para recopilar datos y llevar a cabo investigaciones académicas.

Así comienza el libro: “Esta modesta obra no es en modo alguno un libro de ciencia ni un libro de religión. Es una publicación que analiza los versos extraídos de un manuscrito del siglo XIII, que contiene canciones que han pasado por los labios de varias generaciones, y que habían sido injustamente olvidadas”.

En “Los poetas franciscanos”, Ozanam revela su gran entusiasmo por San Francisco y el carisma franciscano. Ilustra hábilmente cómo San Francisco insufló nueva vida al espíritu de la Italia del siglo XIII y, por extensión de sus seguidores, al resto de Europa. Ozanam fue uno de los primeros en llamar la atención sobre este aspecto de la literatura italiana y en reavivar el interés popular por el santo de Asís.

En el prefacio de la obra, Ozanam subraya cómo “la poesía de los primeros franciscanos se produjo en ese momento fascinante en que el arte comenzó a inspirarse popularmente”, trazando el desarrollo de la poesía religiosa popular a partir de los textos con los que los primeros cristianos adornaban el interior de las iglesias.

En el capítulo 1, Ozanam analiza la poesía popular en Italia antes y después de San Francisco de Asís. El capítulo 2 se centra en la magnífica figura de San Francisco. En el capítulo 3, el autor introduce el perfil de los primeros discípulos del santo de Asís (Pacífico, Buenaventura y Jacomino), presentando la poesía popular de cada uno de ellos. Ozanam dedica los capítulos 4 y 5 al discípulo Jacopone de Todi, mientras que los capítulos 6 y 7, los más breves del libro, se centrarán en la influencia de la poesía franciscana en la ciudad de Florencia.

Como sabemos, Ozanam era un hombre muy culto, que dominaba varios idiomas y era autor de decenas de libros y artículos. Fue profesor de Derecho Mercantil (Lyon) y de Literatura Extranjera (París), especializándose en el estudio de la civilización, la filosofía y la poesía. A la vista de toda esta erudición, este libro sobre los poetas franciscanos se considera un hito en la obra literaria de Ozanam, porque trata de la historia de la literatura, del catolicismo y de Italia.

Él es una verdadera autoridad en la materia, dicen los expertos. Ningún otro libro reproduce con tanta sinceridad y verdad el espíritu del movimiento franciscano, con todo el brillo de su éxtasis religioso y todo el encanto de su sencillez. Ningún otro libro expone con tanta claridad la evolución gradual de ese espíritu, ni da testimonio tan convincente de su influencia en todos los aspectos de la vida humana y de las artes.

El principal fundador de la SSVP es mencionado en el mundo académico como un importante estudioso de la literatura franciscana. Ingresó oficialmente en la Tercera Orden Franciscana Seglar pocos años antes de su muerte (Carta de Ozanam a Ampère, 22 de junio de 1853). Por eso el franciscanismo le considera tan importante. Ozanam fundó incluso la primera biblioteca popular franciscana de París con la ayuda de frailes capuchinos y miembros de la Tercera Orden.

Porque escribió este brillante libro sobre los poetas franciscanos, y porque su sentido de la dignidad sobre cada pobre estaba tan cerca del pensamiento de San Francisco, pareció apropiado incluirlo también entre los “grandes franciscanos”, así como entre los “grandes consocios vicentinos”. Los franciscanos recuerdan a Ozanam el 27 de diciembre.