En este vídeo, el P. Timothy V. Lyons, CM, rector de la Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en Filadelfia (Pensilvania, Estados Unidos), habla sobre la aparición de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa., y reflexiona sobre cómo podemos seguir el ejemplo de la Virgen durante la Cuaresma.
El video está en inglés; se ofrece la traducción al español después del mismo.
Traducción:
En 1830, la Santísima Virgen se aparece tres veces a santa Catalina Labouré en la capilla de la casa madre de las Hijas de la Caridad. Catalina era entonces novicia de las Hijas de la Caridad. La noche del 18 de julio de 1830, un niño ángel se acerca a la cabecera de la cama de santa Catalina, la despierta de su sueño, le dice que la Virgen quiere verla y la conduce a la capilla de la casa madre que hay allí. La capilla está iluminada con velas, y Catalina oye el susurro de un vestido de seda, que le indica que la Virgen está presente. Está sentada en una silla en el presbiterio, Catalina avanza, se arrodilla a su lado y le pone las manos en el regazo. Más tarde, Catalina describe esa experiencia con la Virgen, esa conversación que tuvo esa noche, como el momento más dulce de su vida. Esa noche, la Virgen revela a Catalina que Dios tiene una misión para ella. Pero no le revela la misión en sí. Eso le sería revelado más tarde.
Cuatro meses más tarde, el 27 de noviembre del mismo año, Catalina está en oración con sus hermanas de comunidad, a última hora de la tarde, y oye el mismo susurro de la bata de seda. Y se vuelve y ve esta imagen increíblemente bella de María con los brazos extendidos y rayos de hermosa luz que salen de las gemas que llevaba en los dedos. Alrededor de esa imagen ve las palabras «Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti». Cuando esta imagen toma forma, se gira y Catalina ve lo que hemos llegado a conocer como la Medalla Milagrosa. Comprende que su misión es hacer acuñar una medalla y que quienes la lleven al cuello y recen a María experimentarán el gran poder de su intercesión. Recibirán grandes gracias.
Entonces la imagen cambia por completo y Catalina ve la imagen de la Santísima Madre en lo que llegamos a entender, o lo que llamamos la Virgo Potens, la Virgen Todopoderosa. En esa imagen, María está de pie sobre un globo terráqueo, y sostiene un globo en la mano, comunicando que ella sostiene toda la oración, todo el sufrimiento, toda la alegría y el dolor de todo el género humano. Así que, si dedicamos un poco de tiempo a reflexionar sobre estas apariciones, el significado que tienen para nosotros personalmente significa que el amor mismo de Dios, la vida misma de Dios, viene a través de ella, y tiene que venir a nosotros. Para todos nosotros, en realidad, ser tocados por la gracia de María es permitir que el amor transformador de Dios se manifieste en nosotros y para nosotros, y finalmente, a través de nosotros, para todos los que nos rodean.
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