El sábado, 4 de marzo, en el Parque Ciaurro de Terni (Italia), se inauguró un panel informativo sobre la paz creado por niños ucranianos que asisten al centro Emporio Bimbi de la Sociedad de San Vicente de Paúl, junto con niños de otras nacionalidades y jóvenes vicentinos.

El panel, fruto del proyecto «Liberi di sognare. Liberi di crescere» [Libres para soñar, libres para crecer] es una estructura metálica de doble cara de 180×120 cm, con el diseño del contorno del mapa de Ucrania sobre el que se han dispuesto azulejos de cerámica, en homenaje a la acogida recibida por los pequeños refugiados y sus madres en Terni, y, sobre todo, en memoria de todos los niños víctimas de las guerras y la violencia.

El proyecto se enmarca en el «Pacto de colaboración con el Ayuntamiento de Terni» y en el ámbito de los acontecimientos de San Valentín 2023: «San Valentín, testigo del amor», y se realizó con el empeño de la empresa Marò ceramiche de Terni.

A la inauguración asistieron el obispo mons. Francesco Antonio Soddu, Leonardo Latini (alcalde de Terni),  Cristiano Ceccotti (concejal de Bienestar), Roberto Reale (presidente del Consejo Central de Terni de la Sociedad de San Vicente de Paúl), Antonella Catanzani (coordinadora del Emporio Bimbi), Monica Galdo (miembro del Consejo Ejecutivo de la Federación Nacional Italiana de la Sociedad de San Vicente de Paúl), el actor Stefano de Majo (que llevó a cabo una representación sobre «San Valentín testigo de paz y amor») y Adriano Marinensi (con un testimonio sobre la Segunda Guerra Mundial en Terni). El acto fue enriquecido con canciones y bailes de varias naciones además de juegos y talleres para niños.

«Con la llegada de familias ucranianas que huían de la guerra —recuerda la coordinadora del Emporio Bimbi, Antonella Catanzani— compuestas sobre todo por madres con hijos, en marzo del año pasado, las conferencias del Consejo Central de Terni de la Sociedad de San Vicente de Paúl actuaron rápidamente, tanto desde el proyecto Emporio Bimbi como desde las distintas conferencias presentes en el territorio de la diócesis de Terni-Narni-Amelia, para proporcionar apoyo material y emocional a las familias y que sintieran menos el peso de la guerra y de tener que dejar a sus seres queridos a miles de kilómetros de distancia. Todos los niños que llegaron al Emporio experimentaron una cierta sensación de alivio, sólo por el hecho de que las instalaciones son de colores vivos y están llenas de juegos, un entorno favorable para todas las actividades educativas. La presencia de otros compañeros de diversas nacionalidades fue un incentivo para asistir, hacer nuevos amigos y aprender cosas nuevas. De ahí surgió la idea de un taller de pintura en cerámica, destinado a elaborar azulejos creados y pintados por niños ucranianos. Trabajar con arcilla, que procede precisamente de Ucrania, hace que los niños se sientan cerca de su tierra natal y refuerza en los demás participantes en el proyecto, el sentimiento de compartir el vínculo que cada uno tiene con su patria».

Emporio Bimbi, en el contexto de la emergencia ucraniana, asistió a 117 niños refugiados (de 0 a 14 años) y hoy sigue acogiendo a muchos de estos niños, ofreciéndoles un espacio donde pueden socializar, expresarse, compartir juegos, meriendas, experiencias, dibujar y expresar sus sentimientos.

Fuente: https://www.sanvincenzoitalia.it/

Sobre Emporio Bimbi

El martes 27 de septiembre de 2016, la Sociedad de San Vicente de Paúl de Terni inauguró el centro Emporio Bimbi (Emporio Infantil), un espacio que sirve para proporcionar bienes esenciales que a menudo faltan en los hogares: desde alimentos hasta pañales y material escolar. Dispone de 6 secciones: alimentación, higiene personal, material escolar, ropa, juguetes y equipamiento para la primera infancia.

Su objetivo es triple: no sólo dar ayuda material, sino también mitigar las desigualdades sociales entre los niños, y una finalidad educativa también para los niños: los que tienen mucho deben aprender a compartir con los menos afortunados.

Además de la actividad de distribución, dispone de un servicio de ludoteca, ayuda con los deberes y otras actividades específicas. Los hijos de los voluntarios también participan en las actividades del centro. Ellos son los primeros mediadores para crear relaciones de amistad entre los niños participantes, y los primeros en integrarse en las actividades propuestas, de acuerdo con el espíritu de la Sociedad de San Vicente de Paúl, que pretende formar una gran familia con las personas a las que ayuda.