En este vídeo, Luke LeTourneau, cofundador y director de los ministerios Live Vertical de Springfield (Pensilvania), nos habla de la aparición de Nuestra Señora de Fátima y reflexiona sobre cómo podemos seguir el ejemplo de la Virgen durante la Cuaresma.

El video está en inglés; se ofrece la traducción al español después del mismo.

Traducción:

Es de verdad maravilloso: la primera vez que descubrí a Nuestra Señora de Fátima fue, curiosamente, cuando fui a Fátima. La historia del mensaje que Nuestra Señora compartió con los tres niños, Lucía, Jacinta y Francisco, reveló este hermoso mensaje.

Se les apareció seis veces. En octubre tuvimos el regalo bendito del milagro del sol, en el que 70.000 o 100.000 personas —quedó registrado en un periódico— vieron al sol danzando por el cielo. Fue un momento hermoso y milagroso que culminó con el mensaje que la Virgen estaba compartiendo: Rezar el rosario todos los días, y a través de nuestros sacrificios y sufrimientos por la salvación de las almas.

Así que, mientras hacemos este recorrido del mensaje de Fátima y pensamos en lo que María reveló también a esos tres niñitos, rezar por la salvación de las almas. Y esa es nuestra invitación. Así que durante esta Cuaresma, si no has rezado el rosario antes, haz de hoy un nuevo día. Esa es nuestra invitación. Y acogiendo ese mensaje de la Virgen, a rezarlo todos los días. Cuando los niños vieron todo el sufrimiento y el dolor, empezaron a hacer sus propios sacrificios, a atarse con cuerdas para hacer penitencia por todas las almas perdidas.

Más tarde, sor Lucía dijo que lo hermoso del mensaje de Fátima no es que tengamos que sufrir y hacer las duras penitencias que hicieron los tres niños, sino que nuestra penitencia es vivir en el mundo de hoy. Nuestro mundo de hoy es ya bastante difícil. Nuestro mundo de hoy es ya bastante desafiante. Pero nuestra llamada es: ¿cómo vivimos como cristianos fieles, cómo vivimos como católicos fieles, para dejar realmente que el mensaje de Nuestra Señora, y ese mensaje de esperanza, de cómo no sólo hablar de Jesús, sino cómo ser Jesús para todos los que nos encontramos, especialmente en el mundo secular, especialmente en este momento con tanta confusión, tanta ira y odio. Nuestro Señor quiere revelarnos muchas cosas. Nuestra Madre Santísima quiere revelarnos a su Hijo de maneras hermosas, pero rezo para que nuestros corazones estén abiertos en este tiempo de Cuaresma, para que nuestros corazones estén abiertos a dejar que el Señor entre en nuestras vidas, para que traigamos amor durante este tiempo, para que podamos tener el amor que Nuestro Señor comparte con nosotros y que nosotros compartimos con los demás. ¿Cómo podemos ver el rostro de Cristo en todas las personas con las que nos encontramos para que, lo que es más importante, puedan ver a Cristo a través de nosotros? Porque, quién sabe, en su camino podríamos ser la única figura semejante a Cristo que esa persona haya visto jamás.