Iniciamos un tiempo que la Iglesia nos regala, conocido como el Tiempo de Cuaresma, un tiempo de preparación para celebrar en los próximos 40 días la Pascua.
La música también forma parte del acompañamiento en las celebraciones y en nuestro caminar de la vida a lo largo de estas semanas, esta vez de una manera más profunda, para ir realizando una mirada a nuestro interior que nos permita curar, sanar, restaurar, interceder, suplicar, clamar, limpiar, es un tiempo de reflexión, un retiro del ruido, ese sonido que impide muchas veces saber escuchar al corazón y sobre todo a Dios, estamos llamados a la conversión, a la penitencia, al ayuno, a nuestras acciones piadosas mediante buenas obras, sobre todo en favor del prójimo, entrar al desierto para salir airosos luego de un baño purificador del alma.
Visto así dejemos que la música sea nuestra compañera en este tiempo de revisión interior para que posteriormente celebrar juntos con júbilo la Resurrección del Señor.
La música en la Celebraciones litúrgicas durante la Cuaresma.
Reunidos en tornos al altar debemos guiarnos de las rúbricas del Misal y de la Ordenación General de Misal Romano y otros documentos de la Iglesia para saber acompañar las celebraciones como Comunidad.
Música en la Celebración de Miércoles de Ceniza
Durante la Celebración, se modifican los ritos habituales, estando el pueblo reunido, cuando el sacerdote avanza se da comienzo al canto de entrada (OGMR 47) que recoja el sentido del inicio de la Cuaresma, así como también se puede entonar de manera musicalizada la antífona de entrada, la antífona del miércoles de ceniza. Se puede emplear, o bien la antífona con su salmo como se encuentra en el Graduale Romanum o en el Graduale simplex, o bien otro canto del tiempo de litúrgico de la cuaresma (OGMR 48).
Si hay imposición de cenizas durante la celebración se omite el acto penitencial y se omite el Señor ten piedad o el canto del acto penitencial, para evitar duplicar el sentido penitencial.
En este día no está previsto el momento del Gloria, por tanto, se omite el canto del Gloria (OGMR 53).
Luego de la proclamación de la Lectura y el Salmo Responsorial, se sustituye el canto del Aleluya (OGMR 62a, 62b), previendo para este momento cantos de aclamación antes del Evangelio, que bien puede recoger las expresiones: Honor y gloria a ti Señor Jesús, gloria a ti Señor Jesús, Alabanza y honor a ti, Señor Jesús, entre otros.
En el Ofertorio y presentación de dones, se pueden entonar de manera musicalizada la antífona del ofertorio, prevista en el Misal u otro canto que nos permita una actitud de recogimiento (OGMR 74).
Para el momento del Santo, considerando que es una de las más importantes aclamaciones que la asamblea canta en la Misa (OGMR 79b), se continúa sin omisión, debiendo priorizar que la musicalización sea solemne, guardando que su fin o propósito se guarde para la Pascua, como es el avivar el entusiasmo, clamar con alegría.
El canto que acompaña el rito de la fracción del pan, el canto Cordero Dios (OGMR 83), se sugiere que permita una actitud de recogimiento previo a la Comunión, será de gran reverencia esta invocación para interiorizar el sentido del sacrificio de la cruz.
Durante la Comunión mientras el sacerdote toma el Sacramento, se inicia el canto de Comunión (OGMR 85), se puede entonar de manera musicalizada la antífona de la comunión, también los cantos previstos para este momento, en especial aquellos que nos permitan vivir el sentido profundo del inicio de este tiempo cuaresmal recibiendo a Jesús Eucaristía (OGMR 87).
Al finalizar la Eucaristía, después del envío llevando la paz, se puede acompañar con un canto cuaresmal o retiro en silencio.
Si durante la Celebración se realiza la imposición de las cenizas, se acompaña este momento con canciones relativas a la conversión, a la oración, al ayuno, a la caridad, la penitencia, a la confianza en Dios, misericordia, perdón, producidas para este momento.
Recordar durante la Cuaresma:
- El sonido de los instrumentos que se utilizarán solo servirá para acompañar el canto, evitar musicalizar momentos previos a cada momento de la celebración.
- Evitar música festiva durante las celebraciones eucarísticas, para que en la celebración de la Pascua contraste con la expresión musical que se vive en la Cuaresma.
- Potenciar el silencio durante el tiempo de cuaresma, después del canto de comunión y al momento de concluir la Celebración.
- Se omite el canto del Gloria (y solo se podrá entonar en solemnidad de San José el día 19 de marzo y en la solemnidad de la Anunciación del Señor el 25 de marzo).
- Los cantos del Aleluya se sustituyen durante este tiempo.
- Se sugiere hacer uso del canto gregoriano y el canto en latín.
- Durante los momentos de la Comunión se pueden acompañar de Himnos o salmos cuaresmales, salmos penitenciales.
- Procurar que nuestra selección de cantos profundice el sentido de la Cuaresma.
- Evitar cantos de contenido sentimental, cantos de evangelización, dar el verdadero sentido litúrgico.
- Durante el tiempo de Cuaresma se prohíbe adornar el altar con flores. Se exceptúan, sin embargo, el Domingo Laetare, IV de Cuaresma (OGMR 305).
Tomado de:
Instrucción General del Misal Romano / Ordenación General del Misal Romano (OGMR)
Wilfredo Vargas Rojas
Coordinador de la Confraternidad de Músicos Vicentinos
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