El Colegio Internacional G. Nicoli de Madrid, que lleva el nombre de la beata Giuseppina (o Josefina) Nicoli, es el resultado de la colaboración entre las Hijas de la Caridad y el Colegio Internacional J. H. Newman de Madrid. Se identifican como «un colegio vicenciano, inspirado en sus fundadores, los santos Vicente de Paúl y Luisa de Marillac», basando sus esfuerzos en la integración social de los alumnos, la sensibilización hacia los necesitados y la valoración del conocimiento como medio para servir mejor a los demás. El colegio fue confiado a principios del siglo XX a la Compañía de las Hijas de la Caridad, que acogió a 200 huérfanos, dándoles formación académica y humana (fuente: colegionicoli.org).

El Colegio publicó un vídeo sobre la vida de la beata Josefina:

Vida y ministerio de la beata Josefina Nicoli

Transcripción:

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que una mujer, llena de entusiasmo y vocación por los niños y niñas más débiles de la sociedad, entregó su vida a educar a una gran generación de jóvenes que, gracias a ella, encontraron la fuerza para cambiar de vida. Su nombre era: Giuseppina Nicoli.

Nacida en 1863 en Casatisma (Italia), fue la quinta de diez hijos, una gran familia donde la pequeña Giuseppina tuvo que vivir la triste pérdida de varios de sus hermanos. Dentro de este gran sufrimiento familiar, sin embargo, la joven Giuseppina aprendió a reconocer el valor de la vida haciéndose muy sensible a la fragilidad humana.

Con tan solo 21 años, Giuseppina entra a formar parte de la Compañía de las Hijas de la Caridad de Turín, pues su vocación comenzó a madurar desde muy joven, y un año año después es enviada a Cerdeña, donde se entregó sin reservas.

A los 30 años la joven cayó enferma de tuberculosis pulmonar, que la debilitaría paulatinamente durante el resto de su vida. Durante 4 décadas, en las ciudades de Cagliari, Sásari y Turín, Giuseppina atiende orfanatos, crea asociaciones juveniles, escuelas de Religión para formar a maestras, asiste a presos, organiza grupos de mujeres para visitar pobres, abre una colonia infantil marina para atender a niños desnutridos y enfermos de tuberculosis, acompaña a huérfanos y viudas durante la I Guerra mundial, y promueve de manera incansable otras muchas iniciativas para atender a los más desfavorecidos.

El 31 de diciembre de 1924, muere de tuberculosis en Cagliari. Al día siguiente, una multitud conmovida por su persona acompañó su ataúd al cementerio de Bonaria; cuarenta años habían pasado desde que comenzara su misión entregada a los pobres de Cerdeña.

Giuseppina Nicoli, con una audacia y creatividad extraordinarias, gastó todas sus energías en proporcionar a los chicos y chicas de su tiempo una educación capaz de suscitar en ellos la conciencia de su propia dignidad. Fue beatificada el 3 de febrero de 2008 en Cagliari.

Hoy, en el Colegio G. Nicoli (que lleva su nombre desde el 2018) queremos seguir su legado, educando a través de la enseñanza y del trabajo, desde Infantil hasta Formación Profesional, recordando la obra de esta gran mujer, su amor y entrega por los más jóvenes.

Gracias, Giuseppina, por tu vida y ejemplo.

A continuación, un vídeo del himno oficial del Colegio Internacional G. Nicoli de Madrid, grabado por alumnos de Primaria y Secundaria: